lunes, 13 de febrero de 2017

CRÓNICA: RAYO DE ALCOBENDAS CF "E" 1 - 2 CDF TRES CANTOS INFANTIL "D"

"El Infantil "D" demostró coraje y atrevimiento en el Mario Suárez  para imponerse por dos goles a uno al Rayo de Alcobendas en un partido marcado por los detalles y el buen hacer de los nuestros. Tras 35 minutos de igualdad, fuimos ampliamente superiores en el segundo acto y los jugadores vieron recompensado su esfuerzo con un gol de Monti en el tiempo de descuento que sirvió para llevarnos los 3 puntos a Tres Cantos. El equipo escala en nivel de juego, también lo hace en la tabla clasificatoria, pero lo más importante es que aumenta la moral de toda la plantilla tras este gran triunfo a domicilio."

Alineación inicial (1-4-1-4-1): Marcos Hernández (POR); Pablo Romero (C) (CEN), Alexander Pilicita (CEN), Paolo Guillén (LAT IZDO), Álvaro Mateos (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Iván Baltanás (MED), Pablo Ordóñez (MED), Matías Velasco (INT IZDO), Jorge Ros (INT DCHO); Héctor Polo (DEL).


También jugaron: Guillermo Sánchez (min 35, sustituyendo a Pablo Romero), Iván Garea (min 45, sustituyendo a Paolo Guillén), Javier Montiel (min 47, sustituyendo a Jorge Ros) y Pablo Morales (min 50, sustituyendo a Matías Velasco).

Goles: 1 - 1 Héctor Polo, 1 - 2 Javier Montiel.

Campo: Mario Suárez, Alcobendas

Hora de comienzo del partido: 16:05 h

Nota global del equipo: 7/10

Después de haber encadenado dos partidos consecutivos sin perder, el Infantil "D" se presentaba en Alcobendas para medirse al Rayo de Alcobendas "E" en el primer encuentro correspondiente a la segunda vuelta del campeonato.

Con la información que teníamos del conjunto rival, decidimos realizar algunos cambios en defensa, de manera que Álvaro Mateos partió como lateral derecho para proteger su banda de las acometidas de uno de los futbolistas más rápidos del equipo local. Volvimos a colocar el trivote formado por Alex, Pablo Ordóñez e Iván Baltanás en el centro del campo y Héctor volvía a ser nuestra referencia ofensiva como hombre más adelantado.

El campo en el que jugábamos era pequeño y estrecho, una instalación que se utiliza principalmente para partidos de fútbol-7 y no tanto para fútbol 11. Como punto positivo, pudimos realizar un calentamiento completo y exigente al disponer de medio campo desde que llegamos a Alcobendas, por lo que el equipo pudo prepararse mejor que en otros partidos al contar con tiempo y espacio antes del comienzo.

El choque arrancó sin dueño, con algunas imprecisiones en el centro del campo por parte de los dos equipos. La diferencia de estatura y corpulencia era notable, ya que el Rayo de Alcobendas contaba con jugadores de segundo año y algunos de ellos superaban el 1,80 de altura. A medida que fueron pasando los minutos, llegaron las ocasiones para ambos conjuntos. Iván Baltanás y Pablo Ordóñez probaban suerte desde lejos, mientras que el equipo blanco trataba de entrar por al espalda de nuestra defensa con balones cruzados.



En una de estas acciones, Pablo Romero estaba demasiado atrasado y tuvo que correr para defender a un delantero que trataba de llegar a la línea de fondo con el balón. Nuestro hoy capitán cometió falta sobre el jugador y dadas las dimensiones del campo, esta acción tuvo lugar dentro del área, por lo que el colegiado señaló penalti y Romero recibió una tarjeta amarilla. Marcos no pudo detener el lanzamiento desde los once metros y en el minuto 13 nos pusimos 1-0 abajo en el marcador.

La reacción de los nuestros no tardó en llegar: sacábamos de centro y el balón le llegaba a Iván Baltanás, quien empezó a correr con el balón en sus botas para driblar a infinidad de jugadores contrarios al mismo tiempo que galopaba hacia el área. Cuando parecía que se iba a perfilar para disparar, Iván optó por ceder el balón a Héctor, quien se internó en el área y no perdonó para anotar el empate a uno, apenas 30 segundos después de haber recibido el gol de penalti. De este modo, el equipo no se vino abajo y empezamos a creer en nuestras opciones de llevarnos el partido.

Las recuperaciones de balón por parte de Alex Pérez nos daban cierto oxígeno para dominar el centro del campo por momentos, mientras que Mati y Jorge Ros trataban de llegar con profundidad por sus respectivas bandas. Probablemente vimos uno de las mejores actuaciones de Jorge Ros, aunque le faltó un poco de pausa para detener y controlar el balón antes de realizar el último pase. Álvaro Mateos volvió a ser un todoterreno por su costado, ayudando, defiendo, subiendo al ataque, ganando el juego aéreo y siendo más rápido que el adversario.

Alex Pérez y Álvaro Mateos fueron los jugadores que más balones recuperaron durante los 70 minutos.

Aunque el equipo comenzaba a carburar y veíamos intentos de llegar a portería, el Rayo de Alcobendas también tuvo ocasiones durante la primera parte y trataba de zafarse de nuestra defensa con ráfagas de velocidad que ponían en problemas a nuestra línea de cuatro. Por suerte, Marcos estuvo muy atento y bien colocado para frustrar los intentos del rival y nuestra defensa supo posicionarse a una distancia prudencial para frenar muchos de los contragolpes del Rayo. Alex Pilicita volvió a cuajar un partido muy sólido, despejando el peligro de primeras y sin cometer errores, mientras que los laterales y Romero también estuvieron muy atentos a sus respectivas marcas.

Desde el banquillo observábamos a nuestro equipo ordenado, jugando a pocos contactos, con ideas, con atrevimiento... Poco a poco nos daba la sensación de que nuestro nivel de juego iba aumentando y también lo hacía el despliegue físico. A pesar del que el Rayo de Alcobendas tenía jugadores muy altos y grandes, no eran excesivamente agresivas ni técnicos, por lo que en lugar de amedrentarnos fuimos capaces de superarles y de encontrar fisuras en su línea defensiva.

Las dimensiones del campo no eran propicias para nosotros, hubo demasiado tráfico de jugadores en la zona central y a veces era muy difícil avanzar con el balón, sin embargo, Iván Baltanás era capaz de conducir, cambiar de ritmo y girar constantemente sin perder el esférico, haciendo gala de una seguridad en sí mismo muy alta, por lo que sus conducciones nos sirvieron para generar espacios y encontrar a jugadores del Infantil "D" totalmente desmarcados para recibir el balón.

De este modo llegábamos al descanso con empate a 1 en el marcador, con buenas sensaciones y con todo por decidir para los siguientes 35 minutos.



Aitor y yo creímos conveniente cambiar a Romero para dar entrada a Guille, ya que nuestro número 2 había recibido una tarjeta amarilla y no queríamos arriesgarnos a una expulsión en la segunda mitad. El sistema no cambió absolutamente nada, pedimos más participación ofensiva a los jugadores, especialmente a aquellos de largo recorrido como Álvaro Mateos, mientras que hicimos hincapié en abrir el campo, con la intención de buscar a Jorge Ros y a Mati al límite de la línea de banda. Nos daba la sensación de que estábamos jugando mejor que el rival, pero no podíamos tener ni un sólo error en defensa, por lo  que también hablamos de seguir las marcas y de bascular de manera acompasada para no ceder espacios en el campo.

El segundo acto comenzó y desde el primer minuto vimos mayor arrojo y valentía por parte del Infantil "D": entradas por banda, disparos de Baltanás y Héctor, corners, jugadas a balón parado, rechaces... Ocupamos el campo rival y supimos replegarnos cuando el conjunto local trataba de invadir nuestro territorio. Aún así, nos seguía faltando cierta puntería o finalizar algunas jugadas que finalmente no encontraban rematador.

Las dos ocasiones más claras que tuvimos sucedieron en la misma jugada: Héctor botó una falta desde la mitad del campo del Rayo de Alcobendas y su lanzamiento pegó en el larguero. El balón cayó desde el aire y Mati remató con fuerza, pero su disparo también golpearía contra el travesaño, salvando así al conjunto blanco. Desde el banquillo no dábamos crédito a esta situación, cuestión de mala suerte.

Con la entrada de Monti, Iván Garea y Pablo Morales, el equipo se volvió aún más ofensivo, en parte gracias a que Álvaro Mateos se posicióno como interior izquierdo y comenzó a recorrer toda su banda para atacar y defender por igual. Físicamente el equipo tenía combustible para rato, mientras que el Rayo de Alcobendas se cerraba y achicaba espacios. Seguíamos dominando, pero nos costaba encontrar huecos para rematar. Ellos apenas intimidaron la meta de Marcos más allá de algún corner aislado, pero nosotros nos lo creíamos cada vez más, ya que generábamos más ocasiones y movíamos el balón con buen criterio entre nuestros jugadores.

Marcos volvió a ser un verdadero guardián bajo los palos: tan sólo fueron capaces de marcale gol de penalti, el resto lo detuvo.

Tuvimos un par de sustos en los minutos finales cuando nuestra defensa no fue capaz de despejar el peligro ante los balones en profundidad que llegaban por la banda derecha. Iván Garea no fue capaz de despejar ni de anticiparse al interior que tenía delante, por lo que estuvimos a punto de encajar un segundo tanto cuando precisamente estábamos mejor que el adversario.

Por su parte, Pablo Morales y los centrales repelían el resto de balones, en ocasiones con la ayuda de Alex Pérez, que volvió a realizar un partido muy completo.

Se cumplía el minuto 70 y el empate parecía inamovible, sin embargo, el arbitró decidió añadir cuatro minutos de tiempo de descuento por las interrupciones y las sustituciones del partido. Fue precisamente en el último minuto del tiempo añadido cuando sucedió una situación confusa: con el equipo volcado en ataque, tiramos dos veces a portería, el balón pareció entrar en ambas, pero el Rayo de Alcobendas despejaba el peligro sin alejar el esférico del área. Muchos jugadores locales se quedaron quietos, como esperando a que el colegiado pitase fuera de juego (era imposible, pues había un defensa junto a un palo de la portería) y en mitad de un extraño silencio y de cierta incertidumbre, Monti realizó un tercer disparo que finalmente se coló hasta el fondo de la red para anotar el definitivo 1-2 que alzaba victorioso a Infantil "D".



El Rayo de Alcobendas comenzó a protestar, jugadores y banquillo increpaban al árbitro y la situación se volvía tensa por momentos. Por ello, en cuanto el árbitro pitó el final del partido, quisimos dar la mano al rival rápidamente para meternos en el vestuario y evitar polémicas innecesarias. Honestamente, creo que el partido pudo haber terminado en empate, pero viendo la segunda mitad que realizó mi equipo, creo que el triunfo es merecido y hace justicia a lo que se vio en este enfrentamiento. Muchos días les digo a mis jugadores que no hemos estado a la altura, sin embargo, hoy era justo reconocer que los chicos lo hicieron bien y demostraron argumentos sólidos para llevarse la victoria.

Quizás nos faltó un poco más de ritmo, meter más velocidad al juego, pasar antes el balón para buscar a jugadores como Héctor o Mati, no fue un partido perfecto pero sí que supimos llevar el peso ofensivo durante la segunda mitad, sin descuidar el orden defensivo y sin olvidar que Marcos Hernández volvió a pararlo prácticamente todo.

De este modo, el equipo se coloca en 9ª posición con 11 puntos y desde este momento se prepara para recibir al Atlético Concilio en casa el próximo sábado, un encuentro frente a uno de los rivales más duros de nuestro grupo de liga.

1 comentario:

  1. Desde luego este equipo está haciéndolo cada vez mejor y, lo que es más importante, están disfrutando y ganando en confianza y compañerismo. Independiente de los resultados, enhorabuena Guillermo.

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