sábado, 28 de enero de 2017

Crónica: C.D.F. TRES CANTOS 2 - 2 SPORTING SEIS DE DICIEMBRE "B"

"El Infantil "D" se complicó la vida en la primera parte del partido frente a un Sporting Seis de Diciembre "B" que consiguió una ventaja de dos goles en el primer tiempo. A pesar de contar con infinidad de ocasiones, no fuimos capaces de acercarnos en el marcador hasta el minuto 38 y sufrimos hasta el descuento para obtener el definitivo empate a dos. Nuestros propios errores defensivos nos lastraron en exceso, mientras que el equipo demostró sus credenciales en ataque para llevar el peso ofensivo del partido."

Así posaban los dieciocho jugadores del Infantil "D" que estuvieron hoy en Foresta "A", con Romero y Aramburu de fotógrafos para ayudar en esta crónica.
Alineación inicial (1-4-1-4-1): Marcos Hernández (POR); Alexander Pilicita (CEN), Guillermo Sánchez (CEN), Paolo Guillén (LAT IZDO), Álvaro Fuentes (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Iván Baltanás (MED), Youssef Alonso (MED), Matías Velasco (C) (INT IZDO), Álvaro Mateos (INT DCHO); Héctor Polo (DEL).

También jugaron: Pablo Ordóñez (sustituyendo a Youssef Alonso, min 35), Pablo Morales (sustituyendo a Álvaro Fuentes, min 35), Jorge Ros (sustituyendo a Paolo Guillén, min 35), Javier Montiel (sustituyendo a Guillermo Sánchez, min 48), Daniel Diego (sustituyendo a Alexander Pilicita, min 48).

Goles: 1-2 Héctor, 2-2 Héctor

Hora de comienzo del partido: 13:11

Campo: Foresta "A", Tres Cantos.

Nota global del equipo: 6/10


Después de una semana de intenso trabajo en los entrenamientos, el Infantil "D" jugaba su primer partido del año en casa ante el Sporting Seis de Diciembre "B", equipo procedente de Alcobendas. Habíamos visto un partido de nuestro rival, y sabíamos que acababa de incorporar a un delantero rápido con el número 7 a la espalda, quien había anotado cinco goles en tan sólo dos partidos de competición.

El rival que hoy teníamos enfrente era un conjunto de jugadores de primer y segundo año, un equipo que en sus enfrentamientos solía arriesgar en ataque, mientras que dejaba huecos y fisuras entre líneas, especialmente en su defensa.

Iván Baltanás se perfila para realizar un pase diagonal hacia Jorge Ros en la segunda parte.
Con esta información, habíamos planteado el partido bajo la premisa de reforzar el centro del campo, del mismo modo que confiábamos en Héctor Polo para que fuera nuestra referencia ofensiva. Jugadores hábiles como Pablo Ordóñez o Jorge Ros se habían quedado en el banquillo para aportar frescura y profundidad ofensiva en la segunda mitad, mientras que no pudimos contar con los jugadores lesionados o que aún están en fase de recuperación, como Nabor, Aramburu o Pablo Romero.

El partido comenzó francamente mal para nosotros, con unos primeros minutos iniciales en los que no nos habíamos asentado en el campo. Imprecisiones, falta de movilidad, excesiva relajación...el Sporting Seis de Diciembre "B" tiró tres veces a portería en cuatro minutos, y tan sólo nuestro portero, Marcos, estuvo a la altura durante este lapso de tiempo para detener todos los balones que iban hacia su portería.

En el minuto 6 de partido íbamos a pagar cara nuestra relajación, ya que un jugador amarillo corrió por la banda que defendía Paolo y escapó de su vigilancia con la ayuda de sus zancadas. Guille tampoco fue capaz de detenerle, y cuando llegó casi a la línea de fondo, trazó un pase al punto de penalti desde donde Álvaro Fuentes no fue capaz de despejar el balón. Con todo a su favor, el delantero rival que estaba esperando el pase, remató a placer y batió a Marcos sin dificultad. Nuevamente, volvíamos a tener problemas con la velocidad de nuestros oponentes, ya que no sólo no fuimos capaces de igualarles en carrera, sino que tampoco intentamos cortar la jugada mediante una falta.

Instante en el que el Sporting Seis de Diciembre "B" anota el 0-1.
El 0-1 pesó en nosotros como una losa, sin embargo, a partir de este momento el equipo se activó y empezamos a construir un fútbol de ataque funcional y con claras intenciones de asediar la portería del conjunto visitante. Desde el minuto diez hasta el minuto treinta tuvimos infinidad de ocasiones, llegábamos con peligro por la banda de Álvaro Mateos, del mismo modo que Mati basculaba hacia el medio para llegar a pisar el área; el propio Mateos, Alex Pérez, Mati o Héctor dispararon a portería durante estos instantes de partido, mientras que la ocasión más clara corrió a cargo de Iván Baltanás, que estrelló el balón contra el larguero.

Por otra parte, tuvimos que lamentar que el colegiado del encuentro no señalara penalti claro en una mano evidente que un integrante de la barrera del Sporting Seis de Diciembre "B" desligó de su cuerpo para detener un lanzamiento de libre directo de Alex Pérez. Pese a todo, nuestras sensaciones eran buenos, el Infantil "D" estaba desplegando un fútbol más incisivo; esta manera de jugar de los chicos me recordó a los primeros veinte minutos contra el C.D. Puerta de Madrid, en la jornada anterior.

No obstante, seguía sin ver confianza y seguridad en nuestra línea defensiva: apenas nos comunicábamos, nadie gritaba para sacar al equipo hacia afuera cada vez que despejábamos el balón y tampoco nos avísábamos entre nosotros de cualquier lance de juego que sucediera a escasos metros del poseedor del esférico. La defensa estaba muda, probablemente pensando más en el gol encajado que en lo que teníamos por delante. No vi la mejor versión de ninguno de los cuatro integrantes de la zaga, pero lo que más me preocupaba era que dejásemos demasiado espacio entre dicha defensa y la portería de Marcos en caso de que el rival volviera a efectuar un contragolpe con velocidad. Pedí anticipación y orden a esta línea, del mismo modo que Alex Pérez estaba colocado como pivote por delante de los cuatro para dar un poco más solidez atrás.

Con el pase de los minutos, nos encontramos a un Sporting Seis de Diciembre "B" que se echaba hacia atrás y retrasaba jugadores, aunque nuestras ocasiones no cesaron y llegamos a disparar una decena de veces en la primera mitad.

Héctor y Mati se desmarcan, mientras reciben un pase desde atrás.

Llegados al minuto 30, volvimos a ser víctimas del mismo error del primer tanto: el jugador número 7, aquel al que habíamos hecho alusión en el vestuario para cortar su rápida conducción de balón, se marchó por velocidad de nuestros centrales, arrancando desde el centro del campo. Como no fuimos capaces de detenerle ni tratamos de frenarle mediante una falta táctica, le dejamos que entrase en el área para anotar el 0-2 de manera gratuita. En el banquillo no dábamos crédito, habíamos tenido el triple de ocasiones que ellos, habíamos dominado el partido, teníamos al rival encerrado en su propio campo y pese a ello, estábamos perdiendo por una desventaja que se antojaba grande y difícil de remontar.

Durante este primer acto fuimos demasiado concesivos en defensa y no tuvimos suerte en ataque, pues lo justo hubiera sido que anotáramos un gol como mínimo durante los 35 minutos iniciales. Dada la situación, Aitor y yo vimos oportuno realizar tres sustituciones en el descanso para dar entrada a Pablo Ordóñez, Jorge Ros y Pablo Morales.

El partido no estaba perdido, pero sabíamos que no podíamos cometer más errores y que teníamos que subir el ritmo para generar más ocasiones. Una de las buenas noticias del encuentro fue ver cómo los nuestros era capaces de jugar a pocos toques, desmarcándose a cada espacio libre y buscando la asociación constantes entre jugadores blancos para penetrar por diferentes zonas del campo. A los pocos minutos de la reanudación, el Sporting Seis de Diciembre "B" sacó a un central más del banquillo para reforzar su zaga, mientras que nosotros habíamos hablado de un cambio de actitud y un adelantamiento de líneas para buscar un gol tempranero.

En el minuto 38 encontramos —por fin— la justa recompensa a nuestro esfuerzo: Héctor Polo se internó en el área desde el pico derecho y, tras realizar un recorte delante de un oponente, disparó con la pierna izquierda para anotar el primer gol del Infantil "D" en el día de hoy, con un lanzamiento que se coló a un lado del portero, aprovechando la amplitud y el ángulo a la hora de chutar. Nuestro número 9 recogió el balón de las mallas y rápidamente lo colocó en el círculo central para perder el menor tiempo posible.

Iván Baltanás gozó de varias ocasiones durante los 72 minutos disputados. La más clara fue un disparo que pegó en el larguero.
Con el 1-2 en el marcador nuestras ocasiones siguieron, sin embargo, el partido empezó a "enloquecer" y el choque se volvió más agresivo y menos táctico dado el cansancio y la tensión de ambos conjuntos.

El jugador número 7 del Sporting Seis de Diciembre "B" volvió a darnos un nuevo susto cuando volvió a plantarse delante de Marcos, completamente sólo. Por suerte, nuestro guardameta supo aguantar el tipo y desbarató el avance de este delantero, salvando así nuestras opciones de empatar el partido.

Los minutos pasaban y cada vez se cerraba más el muro amarillo que teníamos delante, todo el equipo rival estaba centrado en defender y aguantar el marcador. Repasando las estadísticas de este equipo me di cuenta de que, a raíz de haber fichado al número 7 durante este mes de enero, el equipo jugaba a defender con 10 y a atacar con uno, por lo que ningún otro jugador trataba de salir de su zona o de acompañar en las acciones ofensivas. Era un planteamiento totalmente conservador, válido, por supuesto, pero poco útil para la formación en fútbol base, especialmente en una categoría como Segunda de Infantiles. No obstante, a nosotros nos importaban los nuestros, porque seguíamos creando peligro, tuvimos más corners que ellos, más ocasiones claras, mas disparos, más centros, más pases entre jugadores, más robos de balón, etc.

El equipo estaba funcionando y tan sólo nuestras duda en defensa en el día de hoy nos generaban alguna temor en cuanto no éramos capaces de frenar a la mencionada velocidad del número 7. En el descanso había hablado de esto con los chicos, les había pedido cortar ese tipo de acciones en el centro del campo, porque era mejor recibir una tarjeta amarilla por un agarrón que ceder y dejar que un chico de un año más, de dos cabezas más y con unas cualidades que todavía no tenemos por edad, anotase sin ningún tipo de oposición.

Pablo Ordóñez y Álvaro Mateos observan un contragolpe efectuado por nuestro equipo. El segundo de ellos acabó jugando de central en el día de hoy tras la expulsión de Dani.
Probablemente, haya muchas opiniones y polémicas respecto a esto, pero llevo toda la vida jugando al fútbol y como defensa, he aprendido que si un jugador es más rápido que yo, tengo que estar más encima de él para no darle metros, para no dejarle iniciar esa conducción veloz que me va a superar en pocos segundos, y siempre tengo que tener presente que si no corto la progresión de dicho futbolista, mi equipo va a encajar gol con casi toda seguridad, de ahí que desde la experiencia, diga a mis jugadores que traten de evitar esos avances a toda costa. Hoy nos toca medirnos con futbolistas que son más mayores que nosotros y que por su desarrollo, corren más, de manera que no tenemos más opción que recurrir al marcaje y a la interrupción para ofrecer seguridad atrás en este tipo de contragolpes.

Dicho esto, en el minuto 48 saltaron al campo Javier Montiel y Dani. Nuestra defensa había pasado a ser una línea de tres futbolistas, dado que nuestra intención era empatar el partido a toda costa. Nuevamente, volvíamos a correr un riesgo, tal y como sucedió también en Majadahonda la semana anterior.

Por desgracia, a los diez minutos de su entrada en el campo, Dani fue expulsado por realizar una entrada por detrás al número 7, sin tener ninguna opción de disputar el balón. Nuestro defensa veía cómo este ágil delantero volvía a escaparse y no tuvo más remedio que detenerle de este modo. La tarjeta roja no presentaba discusión alguna, aunque como era lógico, esta circunstancia nos volvía a dejar con diez futbolistas por segundo partido consecutivo y tuvimos que retrasar a Monti para reconstruir la defensa de tres.

Quedaban quince minutos y las circunstancias nos habían forzado a cambiar la disposición del equipo, hasta el punto de que Álvaro Mateos, que había jugado como interior y como lateral, tuvo que ser reconvertido a central, de modo que ejerció de jefe de la zaga y por cierto, cumplió con buena nota. Con el equipo volcado en ataque, el árbitro decidió no señalar penalti en un golpe que el portero del Sporting Seis de Diciembre "B" propició a Jorge Ros. Tampoco habíamos tenido fortuna anteriormente con dos ocasiones: un lanzamiento lejano de Pablo Ordóñez y una internada en el área por parte de Mati. El conjunto amarillo se negaba a salir de su área, pero sería entonces cuando tendríamos más ideas para atacar de diferentes formas.

Héctor, Mati e Iván Baltanás celebran el punto conseguido tras el definitivo empate a dos.
Todo parecía terminado y visto para sentencia, pero en el tiempo de descuento, Alex Pérez se inventó un pase elevado por la zona central que llegó hasta Héctor Polo; el delantero realizó un control orientado y aprovechando el bote del balón, conectó una volea que dibujó una parábola perfecta en el aire, cayendo en picado hacia la portería rival y anotando un golazo que igualaría el marcador. Gracias al trabajo de todo el equipo y al doblete de Héctor, conseguimos un punto de premio al esfuerzo realizado, aunque todo el equipo era consciente de que ir perdiendo al descanso por 0-2 había sido culpa nuestra y no debimos ser tan frágiles durante el primer periodo.

A pesar de ver cómo casi se nos escapaba el partido y a pesar del alivio del segundo gol del Infantil "D", no nos íbamos satisfechos a casa porque sabíamos que habíamos jugado mejor que el adversario, realmente pienso que podíamos haber ganado a este conjunto, ya que considero que tengo mejor plantilla y que hemos elaborado más fútbol que ellos. El punto nos sirve para coger un poco de moral y para seguir manteniendo la distancia en la tabla de clasificación respecto al Sporting Seis de Diciembre. Tenemos que seguir en el mismo camino en tareas ofensivas, aunque no podemos saltar al césped con una actitud tan excesivamente tranquila como en los primeros seis minutos de partido, ya que cualquier mínimo error puede ser fatal y puede traer consecuencias nada favorables. También somos conscientes de que tenemos que "cambiar el chip" de nuestra defensa, debemos ganar personalidad y carácter en esta línea y mostrar mayor seguridad, porque tenemos cualidades, físico y orden para ello, pero sólo nos falta tener más claro lo que debemos hacer cuando se dé una situación parecida frente a un jugador rápido que juegue a lo que ha jugado su número 7.

El equipo cierra la primera vuelta en décima posición con una victoria, cinco empates y seis derrotas. Ahora tendremos dos semanas de entrenamientos por delante antes del próximo partido de liga, frente al Rayo de Alcobendas "E", de modo que esperamos recuperar a los lesionados y tener a toda la plantilla al completo para seguir mejorando.

martes, 24 de enero de 2017

Crónica: C.D. PUERTA DE MADRID 1 - 2 C.D.F. TRES CANTOS "D"

"Después de incontables semanas, el Infantil "D" consiguió la primera victoria de la temporada en un escenario a la altura de su proeza, en circunstancias desfavorables (diez jugadores) y frente a un rival que no cejó en su empeño para intentar ganar en su propio campo. Fueron muchos los detalles que marcaron el devenir de este encuentro, pero ante todo, fue una victoria de los jugadores, fue una victoria de los familiares y aficionados que tanto nos han apoyado y fue una victoria del CDF Tres Cantos que significa algo más que 3 puntos"



Alineación inicial (1-4-2-3-1): Alberto Aramburu (POR); Guillermo Sánchez (CEN), Youssef Alonso (CEN), Álvaro Fuentes (LAT DCHO), Pablo Morales (LAT IZDO); Iván Baltanás (MED), Alejandro Pérez (C) (MED), Álvaro Mateos (INT DCHO), Matías Velasco (INT IZDO); Pablo Ordóñez (MP) y Héctor Polo (DEL).


También jugaron: Marcos Hernández (sustituyendo a Youssef Alonso, min 23), Javier Montiel (sustituyendo a Pablo Morales, min 42), Iván Garea (sustituyendo a Pablo Ordóñez, min 45) y Hugo Rodríguez (sustituyendo a Álvaro Fuentes, min 57).

Goles: 0-1 Héctor Polo, 1-2 Iván Baltanás (p)

Campo: Cerro del Espino, Majadahonda

Hora de comienzo del partido: 20:04


Nota global del equipo: 7,5

Importante: para este partido hemos optado por grabar y compartir algunos vídeos de la primera parte, a modo experimental. Dada la hora del partido, la imagen no se aprecia tan bien como si fuera de día, por lo que el contenido multimedia se visualizará mejor en otras jornadas. El encargado de grabar y fotografiar a nuestros jugadores ha sido Jorge Ros (agradecimientos).


Las instalaciones del Cerro del Espino son, seguramente, las mejores que hayamos visitado a lo largo de la temporada. Tanto por el tamaño de los campos como por la comodidad que ofrecían los amplios vestuarios, teníamos todo lo  necesario para plantear un partido en un terrero de juego de amplias dimensiones.

Nuestro equipo venía de haber entrenador de forma excepcional durante toda la semana y después del golpe sufrido en el campo del C.D Moraleja, todos queríamos llevarnos la primera alegría de 2017 realizando un partido exigente. Planteábamos este encuentro como una final, dado que el rival estaba en la parte baja de la tabla clasificatoria (como nosotros) y queríamos obtener mayor distancia de separación en puntos. No obstante, no se trataba tanto de una cuestión matemática, sino de ver que los chicos eran capaces de realizar un partido sólido, desplegando un fútbol basado en el ataque y en la ocupación de espacios en el campo de nuestro adversario, gozando de esa movilidad y esa profundidad que en otras jornadas nos han faltado.

Dada la anchura y la longitud del escenario sobre el que iba a rodar el balón, dispusimos un sistema 1-4-2-3-1 con trivote ofensivo que dejaba a Iván Baltanás en el centro del campo junto con Alejandro Pérez, quienes serían los encargados de robar el esférico en la zona central, del mismo modo que serían los que comenzarían con la elaboración del ataque. Pablo Ordóñez partía desde una posición híbrida, por detrás de Héctor Polo, nuestro delantero; el rol de Pablo no era otro que el de sumarse al centro del campo en tareas ofensivas para ayudar a la recuperación, mientras que poníamos nuestras esperanzas en que pudiera habilitar el último pase —ya fuera hacia Héctor o hacia un interior— para darnos esa entrada entre líneas que de manera tan perspicaz sabe ver.



En la alineación destacaba la posición de Youssef en el centro de la defensa, y es que nuestro número 7 jugó en esta posición debido a las bajas que tuvimos: Pablo Romero y Nabor estaban lesionados, mientras que Alexander Pilicita se encontraba enfermo; el propio Youssef  jugó el viernes en esta demarcación ante el Infantil "B" y a pesar de las dificultades, mostró una actitud excepcional para ayudar al equipo en esta difícil situación.

El partido comenzó a una hora inusual (20 h) y desde el primer momento quisimos llevar la iniciativa. El Infantil "D" salió ordenado, sin ceder espacios entre líneas y con la premisa de anticiparse constantemente para recuperar la posesión. Veía al equipo cómodo, sin embargo, teníamos que ser conscientes de que el CD Puerta de Madrid contaba con jugadores muy veloces que iban a tratar de colarse a la espalda de nuestra defensa para contragolpear. Durante los primeros diez minutos, el equipo tiró cuatro veces a portería y nuestros interiores, Mati y Álvaro Mateos, llegaban con constante peligro por sus costados.

Sí, hoy se veía otra cosa, otra actitud, como si el equipo tuviera las ideas más claras y fuera más rápido en la construcción del juego. También es justo decir que por primera vez en la temporada nos medíamos a un equipo de nuestra condición, es decir, completamente de primer año, salvo por uno de sus jugadores.

En el banquillo estábamos moderadamente tranquilos, contando el número de ocasiones generadas, corrigiendo movimientos de la línea de atrás para mantener a laterales y centrales alerta en caso de posible contraataque. Héctor era nuestra mayor baza ofensiva, pues en la mayoría de ocasiones se movía ligeramente hacia el flanco derecho para recibir el balón al límite del fuera de juego. De ese modo llegaron las primeras ocasiones, varios disparos que el portero del equipo local atajó con grandes paradas.

Llegados al minuto 18, sería precisamente en una contra cuando conseguiríamos inaugurar el marcador. Iván Baltanás supo ver a Héctor totalmente libre de marca cuando éste avanzaba ligeramente por delante de la línea divisoria, tocó el balón lo suficiente para habilitar un pase a media altura por delante de su posición, y nuestro número 9 se internó por el pico del área derecho para conectar un disparo raso y ajustado que se colaría hasta el fondo de la red por el lado derecho de la portería.


Con el gol, el equipo veía recompensado su esfuerzo y su dominio, aunque sabíamos que esta ligera ventaja no nos garantizaba nada, ya que quedaba mucho partido y no podíamos relajarnos absolutamente nada.

Durante este lapso de tiempo, el Infantil "D" fue un equipo atrevido, insistente, trabajador en tareas de recuperación del balón y además, supo moverse muy rápido y de manera inteligente para que los jugadores pudieran conectar pases entre sí. Podríamos decir que hemos evolucionado un poco a la hora de atacar con acciones más simples y rápidas, sin olvidar que todo el bloque tiene que esmerarse por defender en caso de pérdida. La mayoría de jugadas terminaban en finalización (disparo), y cada vez que el CD Puerta de Madrid buscaba llegar a nuestro área, Aramburu salía de su meta para despejar lejos de su portería.

Precisamente, seria nuestro número 13 el que iba a ser protagonista de la siguiente acción, en el minuto 21: Aramburu salió fuera del área para blocar con sus manos una ocasión del delantero del equipo local, quien había logrado zafarse de nuestra defensa por primera vez. El guardameta tocó el balón con las manos y el árbitro no dudó en mostrarle la tarjeta roja.

No protesté esta acción porque, efectivamente era expulsión. Se trataba de un corte ilegal de una ocasión manifiesta de gol, siendo el último hombre, de manera que me centré en pensar por qué otro jugador debería salir Marcos, nuestro portero suplente y de cómo mover al equipo siendo diez.


No tuve más remedio que quitar a Youssef, dado que consideraba que Alejandro Pérez podría jugar de central y así establecer un sistema 1-4-4-1. Esta formación nos permitiría abarcar el mayor espacio posible con un futbolista menos. Como es lógico, a Youssef no le sentó bien la sustitución en el minuto 23, pero como he dicho en párrafos anteriores, sólo tengo palabras de alabanza hacia el desempeño y la labor de nuestro número 7, quien ayudó al equipo muchísimo y quien está trabajando muy duro para gozar de mayor protagonismo en el equipo. Todo esfuerzo tiene su recompensa.

Ya con diez jugadores y con Marcos bajo palos, el CD Puerta de Madrid anotó con este libre directo y consiguió empatar el partido. Fue en este momento, a diez minutos del final de la primera parte, cuando nuestro conjunto dio un pequeño bajón y sufrió para llegar al descanso.

En el vestuario, casi todo eran caras largas y gestos de preocupación. La charla no fue táctica, sino motivacional, no podíamos pensar en lo que ya había sucedido porque no lo podíamos cambiar, y aunque íbamos a ser 10 contra 11 durante 35 minutos más, teníamos argumentos y calidad de sobra para llevarnos el partido. Traté de alentar a los jugadores para que vieran que con ese 1-4-4-1 podríamos igualar esfuerzos y seguir creando ocasiones, y si teníamos que correr más por ser uno menos, lo íbamos a hacer, porque para ello nos pegamos esos "palizones" físicos entre semana. Todo tenía que empezar por una "creencia moral", por revertir el factor mental, por cambiar esa losa psicológica de "vamos a perder porque somos uno menos" a "vamos a ganar porque hemos estado jugando como nunca" y apenas con 5 minutos de descanso, saltábamos de nuevo al césped para pelear el partido.




La igualdad fue la nota predominante del segundo acto, con un CD Puerta de Madrid que, evidentemente, había reforzado su actitud para salir al ataque. Tuvimos varios minutos de tanteo, sin apenas ocasiones. Iván Baltanás y Pablo Ordóñez eran nuestros mediocentros en esta segunda mitad y tuvieron que retrasar ligeramente su posición para ayudar en defensa, pero fue entonces cuando vimos "la explosión" de nuestros interiores. El partido que realizaron Mati y Álvaro Mateos fue para enmarcar, ya que ambos no pararon de correr ni un segundo y estuvieron rápidos y participativos por sus respectivas bandas; Álvaro Mateos, que estaba con 39 de fiebre, parecía no cansarse mientras nos preguntábamos desde el banquillo cómo era capaz de realizar ese despliegue físico estando malo. Fueron muchos los pases diagonales que Iván Baltanás le dio a nuestro número 6 para que éste entrase como un rayo por la banda, creando situaciones de peligro.



Nuestro primero intento estuvo en las botas de Héctor, que fue capaz de conectar un potente disparo  que se marchó desviado a menos de un metro de la escuadra derecha. Poco después, el propio Álvaro Mateos dispararía desde una posición ligeramente escorada y su lanzamiento sería detenido por el portero. Estábamos llegando, estábamos mejor que en los minutos finales de la primera parte, el equipo recobró la valentía y el arrojo que necesitábamos.

El CD Puerta de Madrid también llegó en varias ocasiones, siendo la más peligrosa un tiro al larguero que casi nos cuesta el 2-1. Por suerte, para el resto de sus intentos vimos a un inconmensurable Marcos que fue capaz de pararlo todo, realizando una de sus mejores actuaciones de la temporada.

Llegábamos a los últimos quince minutos del encuentro y en mi cabeza sólo pensaba en cuánto nos aguantaría el combustible físico para seguir igualando la contienda. Veía a Álvaro Fuentes algo fatigado, pero el jugador seguía tapando su banda todo el tiempo, corriendo al límite a pesar de necesitar más momentos de respiro; Álvaro Mateos fue colocado como delantero para dosificarle, mientras que Héctor pasó al centro del campo para meter un poco de músculo en la recuperación del balón. El que parecía que no sentía cansancio era Iván Baltanás, que con sus característicos giros protegía el balón y siempre lo decía a un compañero desmarcado. Él fue quien nos dio la pausa y quien supo desempeñar perfectamente la función organizativa desde el centro del campo. 

Cuando realicé las sustituciones, me fijé en los futbolistas que creía que estaban más fatigados o que tenían alguna pequeña dolencia, como era el caso de Pablo Ordóñez, quien a pesar de estas dificultades, cuajó un buen partido, adaptándose a dos posiciones diferentes a raíz de la expulsión de Aramburu.

Alejandro Pérez también tuvo que adaptarse, y no sólo lo hizo genial como defensa central, sino que alentó al equipo constantemente y demostró en este partido que realmente quería mejorar su actuación respecto a la jornada anterior, donde no estuvo acertado. 


Estábamos mermados, cansados y tocados, pero no había ni un sólo jugador del CDF Tres Cantos "D" que no creyera en la victoria, y por eso seguíamos peleando cada balón, seguíamos viendo a Mati subir y bajar, seguíamos tirando a portería y seguíamos buscando los tres puntos. Tal era mi convicción, que en el momento de sacar a Hugo preferí quitar a un defensa para meter un segundo delantero. Desde el banquillo, algunos jugadores me decían que mantuviera a cuatro atrás, en la línea defensiva, para asegurar un punto, sin embargo, yo estaba cansado de empatar partidos, quería que mi equipo obtuviera el premio máximo, y preferí correr el riesgo. Álvaro Fuentes ingresó en el banquillo y Hugo saltó al campo.

Javier Montiel estuvo pegado a la banda izquierda, primero como lateral izquierdo y después como central de este mismo lado. Probablemente, fue uno de los partidos en los que más atento y rápido estuvo para alejar el peligro, lo mismo que Iván Garea, a quien le pedía constantemente que subiera a atacar como un interior, pero que defendiera como si fuera un lateral. Dadas sus condiciones físicas y su contrastada resistencia, estuve encima de él para exigirle que fuera un carrilero, un jugador de banda entera que diera profundidad y que tapase su sector.

Pasara lo que pasara, estaba viendo un esfuerzo titánico por parte de cada jugador, ya que el ritmo del final del partido se incrementó y por suerte, se cumplió aquello de que la fortuna acompaña a los valientes: en el minuto 30, el árbitro pitó penalti dentro del área del CD Puerta de Madrid cuando Hugo cayó derribado. Una entrada a destiempo por detrás por parte de un rival se iba a convertir en nuestra oportunidad más clara para ponernos por delante; varios fueron los futbolistas que miraron al banquillo para pedirme que lanzasen la pena máxima desde los once metros, sin embargo, opté por Iván Baltanás como lanzador.

Nuestro número 11 cogió carrerilla y conectó un disparo preciso y potente que se coló por el lado derecho de la portería, anotando el definitivo 1-2 en el minuto 65, celebrando con todos sus compañeros que una victoria épica estaba muy cerca de materializarse.

Mientras los chicos celebraban, llamé rápidamente a Iván Garea y a Hugo para colocarse en posición defensiva, para cambiar al esquema y para aguantar los en teoría 5 minutos que quedaban con un sistema 1-4-4-1 en lugar de un 1-3-4-2. 

Nos tocó sufrir hasta el final, dado que el colegiado del partido añadió tres minutos extra y vimos como el conjunto local se volcó en atacar, subiendo incluso con su portero y buscando una acción aislada, una jugada a balón parado y un mínimo hueco por donde llegase su gol del empate. El esfuerzo final de toda la plantilla y de nuevo el buen hacer de Marcos bajo los palos evitaron que nos empatasen, de manera que el Infantil "D" se llevó el gato al agua y sumó los tres puntos por primera vez en la temporada, demostrándonos a todos que este equipo puede jugar bien al fútbol, que frente a equipos de nuestra edad tenemos mucho que ofrecer y que ante todo, somos un conjunto serio y trabajador que no se rinde ante la adversidad.

Esta victoria sirve para aumentar la moral del grupo y para ganar cierta confianza. Queda mucha liga por delante y ante todo nos centramos en entrenar bien y en seguir mejorando día a día, porque sabemos que esta no será la única alegría que nos dé este gran equipo.

Muchas gracias a todos aquellos que siempre habéis creído en estos jugadores, esta victoria es de todos los jugadores y todos los aficionados y familiares del Infantil "D".



domingo, 15 de enero de 2017

CRÓNICA: CD LA MORALEJA "C" 4 - 1 CDF TRES CANTOS "D"


"El Infantil "D" tropezó en el primer encuentro del año ante el C.D. La Moraleja "C" en un choque que estuvo condicionado por la excesiva pasividad que mostramos durante los primeros 35 minutos. Concedimos demasiadas facilidades al rival y no mostramos nuestra mejor versión en un partido en el que pudimos hacer mucho más si hubiéramos salido con otra actitud. Más allá del resultado del partido, no dimos una buena imagen y todos tenemos que hacer autocrítica para cambiar los aspectos que han fallado de cara a la próxima jornada."


Alineación inicial (1-4-4-2): Marcos Hernández (POR); Pablo Romero (CEN), Alexander Pilicita (CEN), Álvaro Fuentes (LAT IZDO), Paolo Guillén (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Pablo Ordóñez (MED), Álvaro Mateos (INT IZDO), Jorge Ros (INT DCHO); Héctor Polo (DEL) e Iván Baltanás (DEL).

Todo el equipo posa antes del pitido inicial.

También jugaron: Matías Velasco (min 35, sustituyendo a Alejandro Pérez), Nabor Pérez (min 35, sustituyendo a Pablo Romero), Iván Garea (min 35, sustituyendo a Paolo Guillén), Pablo Morales, Min 37, sustituyendo a Álvaro Fuentes) y Daniel Diego (min 41, sustituyendo a Alexander Pilicita).


Goles: 4-1, Nabor

Hora de comienzo del partido: 18:07 h

Campo: Luis Aragonés, Alcobendas

Nota global del equipo: --


El pasado sábado viajábamos a la localidad de Alcobendas para disputar el primer partido del año: nos medíamos al C.D. La Moraleja "C", un conjunto que se encontraba por debajo de nosotros en la clasificación, a dos puntos concretamente.

Después de haber entrenado bien durante la semana, el equipo tenía ganas de comenzar 2017 con una victoria, pero desde el lunes anterior estuvimos advirtiendo de que nunca hay que subestimar al rival, debemos procesar respeto por cada oponente, aunque nunca hemos de tener miedo.

Tras calentar durante 25 minutos, el equipo saltó al campo y se encontró con un C.D. La Moraleja "C" cerrado, con dos líneas defensivas bien trazadas, cuyos jugadores basculaban en función de la posición del balón. Mientras ellos mantenían el orden, no presionaban, de manera que nuestra defensa tenía el balón en nuestro propio territorio. A pesar de contar con esta ventaja para sacar el balón jugado desde atrás, nuestros futbolistas estaban nerviosos, no se atrevían a subir con el esférico y no conseguíamos superar el centro del campo.

Pronto volvimos a ver las imprecisiones, los despejes al medio o los pases a ciegas que llegaban a un jugador vestido de negro. El equipo estaba tenso, rígido, y cada vez gozaba de menos movilidad, jugábamos a un ritmo inferior que nuestro rival, y esto no sucedía por carencia o por falta de capacidad, sino por temor. El CDF Tres Cantos "D" entrena mejor que juega, y esto se debe a que no somos capaces de disfrutar del fútbol cada sábado, nos lo pasamos bien entrenando, pero sufrimos en liga desde que el árbitro pita el comienzo de cada partido, y esta actitud no nos llevará a ninguna parte.


A pesar de que no hemos conseguido ninguna victoria, seguiremos trabajando para lograr una alegría pronto.


El centro del campo no se organizó bien, dado que Alejandro Pérez estaba demasiado atrás, sin apenas participar en tareas ofensivas. El peso del ataque en esta zona cayó enteramente sobre Pablo Ordóñez, que a pesar de las dificultades, fue capaz de inventarse varios pases al hueco que llegaron a Jorge Ros en tres ocasiones, rompiendo las líneas del equipo local y demostrando la visión de juego y la intención de nuestro número 22.

Llegados al minuto 13, Pablo Romero corrió para frenar a un oponente que se colaba con el balón por el pico del área; nuestro central chocó con el adversario, le tocó y éste cayó derribado. Por suerte, el árbitro no pitó falta ni si quiera, aunque a mi juicio la entrada no fue al balón. Habíamos tenido suerte en esta acción, pero poco nos iba a durar la alegría, dado que instantes después, el C.D. La Moraleja "C" anotaba el primer tanto del partido con un lanzamiento lejano que batió a Marcos desde el lado derecho.

Era lógico, estábamos yendo cada vez a menos y como de costumbre, no nos duraba nada el balón. Desde el banquillo vi al equipo dormido, inoperante, lento, sin ideas. Iván Baltanás tenía que bajar hasta nuestro campo para recibir el balón, mientras que Héctor Polo tampoco recibía pases hacia su zona. Tuvo una ocasión, pero su lanzamiento se marchó por encima de larguero.

Álvaro Mateos volvía a hacer gala de su capacidad física, subiendo y bajando por la banda izquierda sin parar, ayudando en defensa y ofreciéndose en ataque, pero el problema era que no todos estábamos en la misma sintonía, algunos jugadores luchaban y otros no lo hacían. El rival corría más que nosotros, llegaba antes a cada acción, se anticipaba, mostraba más ganas de ganar el partido, y vuelvo a decir que esto no es una carencia, no es que no podamos hacerlo, es que no hemos querido tener la actitud y el esfuerzo necesarios en la primera parte.

Parecía que jugábamos con la intención de que no nos marcasen gol, en vez de tener expectativas para atacar, pero ya íbamos 1-0 abajo en el marcador, ¿qué ocurría? Personalmente, creo que es un problema de actitud; hace años tuve un entrenador que me decía la siguiente frase "se puede ser bueno o malo con el balón, pero el arrojo y el hambre de ganar lo tienen que tener los 11 que juegan para sacar el partido adelante, y eso hace que un equipo marque la diferencia". Eché en falta ese arrojo, ese atrevimiento, la fluidez del balón, la profundidad, los desmarques. Estábamos bloqueados.

Sin apenas ocasiones y sin ser capaces de aportar opciones en ataque, nos marchábamos al descanso con un gol de desventaja, y ésta era la mejor noticia: aún estábamos vivos. Mati, Nabor e Iván Garea saltaron al césped en el minuto 35, teníamos que cambiar las cosas, y por ello pedí intensidad y atrevimiento a todo el grupo para la segunda  mitad. Expliqué la nueva disposición, centrada en presionar, pedí a los laterales que fueran ofensivos, a la línea de defensas que se adelantase y en definitiva, que fuésemos un bloque que invadiera el campo rival y presionara en cada sector del campo.


Pablo Ordóñez, durante el calentamiento.
Durante diez minutos vi al equipo que quería ver: salimos enchufados, con Héctor e Iván presionando, con los nuestros volcados, generando ocasiones, llegando al área, buscando la portería rival, recuperando el balón rápido. Sabíamos hacerlo, pero esto no sucedió hasta que eché la pertinente bronca en el vestuario y hasta que reactivé a un equipo que en la primera parte no jugó ni al 50% de las capacidades que realmente tenemos.
Cuando mejor estábamos, el equipo local anotó el segundo gol en una contra. Estábamos muy adelantados y uno de sus delanteros corrió más rápido que nuestra defensa para plantarse delante de Marcos y batirle sin oposición. Este gol supuso un punto de inflexión en el partido, porque neutralizó parte de nuestras esperanzas; habíamos dado un pequeño vuelco, tuvimos buenos minutos, controlando la posesión del balón y activando a los jugadores que se desmarcaban constantemente, sin embargo, no fuimos lo suficientemente rápidos como para detener al C.D. La Moraleja en esa contra.

Con 2-0 en el marcador, decidí poner una defensa de tres centrales para que Nabor ocupase la posición de tercer delantero. Seguíamos intentándolo y tuvimos nuestra mejor ocasión cuando Mati dio al palo después de que el portero local saliera de su área.

Nuestro rival se dedicó a defender en su campo y a organizar contras veloces, y es aquí donde quiero detenerme. Todos los equipos a los que nos hemos enfrentado en liga eran mixtos en edad (jugadores de primer y segundo año) o enteros de segundo año. Fin de semana tras fin de semana me choca ver a rivales más altos que mis futbolistas, más mayores. Suelo preguntar a cada entrenador local por esto, "¿tus chicos son de primer o segundo año?" No quiero excusarme en este dato, pero con una plantilla enteramente de primer año partimos en inferioridad de condiciones, dado que de los 12 a los 13 años suele ser cuando se produce "el estirón" y un cambio físico importante en los críos.

Pese a esta circunstancia, el equipo siguió peleando. Volvimos a encajar gol en el minuto 63, de nuevo, una contra que no podíamos parar por velocidad. Habíamos arriesgado en ataque, porque saltamos al césped en la segunda mitad con la intención de empatar el choque, sabíamos que un gol nos daba la moral y la energía suficiente como para pelear el partido, pero lo cierto es que planteamos mal el partido y no tuvimos la actitud competitiva necesaria para utilizar nuestros recursos.


El equipo no salió bien en la primera parte, fuimos demasiado blandos y no conseguimos mover el balón con buen criterio.
En el minuto 66, Nabor consiguió rematar un centro de Jorge Ros y anotó su primer tanto en liga. Por desgracia, el propio Jorge se hizo daño en la rodilla y tuvo que abandonar el campo lesionado; la lesión parecía grave, dado que le costaba mucho realizar apoyos, aunque por suerte, se ha descartado toda gravedad y el jugador ya se está recuperando.

Disputamos los últimos cuatro minutos con un futbolista menos y dado que tuve que salir a atender a Jorge, no vi el cuarto gol del C.D. La Moraleja. El partido finalizó con el abultado marcador de 4-1.

Nadie esperaba este resultado. Ni jugadores, ni aficionados ni entrenadores pensábamos que fuéramos a salir goleados de Alcobendas, pero lo cierto es que el resultado fue justo, especialmente por la pobre primera parte que hicimos.

Me da mucha rabia que el equipo no consiga resultados positivos, porque si algo tengo que destacar, es el trabajo y la buena actitud de los chicos: todos vienen a entrenar siempre, realizan la parte física, técnica y táctica con ilusión y ganas, veo cómo disfrutan de los entrenamientos y como llegan al límite de sus capacidades en múltiples ejercicios, pero me preocupa que la liga nos esté haciendo daño anímicamente.

Conozco la categoría, el año pasado también estuve en Segunda División de Infantiles, y con casi todos los rivales ya conocidos, puedo decir que no nos ha tocado un grupo sencillo, veo equipos grandes, que nos superan en altura en la mayoría de los casos y haber perdido tantos partidos sólo puede explicarse por dos razones: o no estoy entrenando correctamente a mis jugadores o estamos en un grupo con demasiada diferencia de nivel y de edad. Pese a todo, creo que el C.D. La Moraleja no era un equipo  "del otro mundo", sus jugadores mantenían cierto orden defensivo y fueron muy inteligentes para buscar huecos por donde progresar, pero no me pareció un super-equipo, creo que nosotros mismos nos complicamos mucho las cosas en la primera parte, no podemos volver a saltar al césped dando esa imagen.

Sé que este CDF Tres Cantos "D" puede dar mucho más, recuerdo partidos como el primero contra el Rayo de Alcobendas, el derbi ante la U.D. Tres Cantos o el día de El Liceo "A", fueron partidos que empatamos, pero más allá del resultado, hicimos un mayor esfuerzo en esas jornadas, estuvimos más concentrados y el equipo funcionó en diferentes etapas de cada encuentro. No podemos dar pasos atrás, no podemos salir con miedo, porque somos un equipo que no tiene nada que perder y creo que en la plantilla hay muchos futbolistas con buen nivel técnico como para dar profundidad y ofrecer alternativas.

Paolo controla el balón ante la atenta mirada de Pablo Romero y Alexander Pilicita.
Tenemos que empezar a pensar en jugar para atacar, porque el balón no llega a nuestros delanteros y apenas creamos ocasiones. A pesar de que estamos intentando jugar a pocos contactos, me falta muchísima movilidad, el jugador que lleva el balón en sus pies no encuentra opciones en forma de compañeros desmarcados y sin esto, no podemos llegar al área rival. El equipo no fluye en tareas ofensivas porque no generamos conexiones en forma de pases y porque somos demasiado predecibles.

Sin embargo, en los entrenamientos veo otra versión de mi equipo bien distinta, veo a los jugadores con ideas, con atrevimiento, con soltura, más o menos como en los primeros 10 minutos de la segunda parte de este partido. Honestamente, no creo que se trate de una cuestión de alineación o de sistema, no se trata de poner  aun jugador en una demarcación y a otro en otra, creo que es una cuestión de actitud, de estado de ánimo, de lo que cada futbolista está dispuesto a dar y de ese "arrojo" del que os hablaba antes y que tanto necesitamos.

Para mí y para la plantilla, lo fácil sería rendirse, pero no queremos hacerlo, lo que queremos es mejorar y demostrar que no somos el equipo que se vio en la primera parte de Alcobendas. Tenemos la suerte de pertenecer a un club que nos facilita mucho las tareas en los entrenamientos, incluso disponemos de un campo de fútbol 11 entero los miércoles, además de un segundo entrenador que se centra en tareas específicas. Tenemos los instrumentos, pero nos falta la intención de dejarnos la piel cada sábado.

Quiero pensar que simplemente salimos mal al campo, desconcentrados, que teníamos dudas o que no estábamos convencidos de nuestras posibilidades, pero os aseguro que eso va a cambiar para la próxima jornada. Los jugadores que salten al campo, van a dejarse todo, porque no hay nada peor para un futbolista que ceder en su esfuerzo y no aprovechar sus capacidades. Necesito que la plantilla entrene con más ganas que nunca porque para nosotros, el sábado que viene tenemos un partido importantísimo ante el C.D. Puerta de Madrid.

Por último, quiero recalcar en estas líneas que soy el máximo responsable de la derrota y de la marcha del equipo y mi única obsesión es revertir esta situación para que el equipo consiga dar una buena imagen cada fin de semana.