lunes, 19 de diciembre de 2016

Crónica: CDF Tres Cantos "D" 0 - 5 CD Santa Helena

"Luces y sombras en el último partido de 2016. Por un lado, el equipo dio muestras de valentía y atrevimiento en la primera mitad, tratando de conservar el balón e invadiendo el campo rival, mientras que por contrapartida vivimos una mala segunda parte en la que el rival fue muy superior a nosotros."

Alineació inicial (1-4-4-2): Marcos Hernández (POR); Guillermo Sánchez (CEN), Alexander Pilicita (CEN), Pablo Morales (LAT IZDO), Álvaro Fuentes (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Nabor Pérez (MED), Matías Velasco (INT IZDO), Álvaro Mateos (INT DCHO); Pablo Ordóñez (C) (DEL) e Iván Baltánas (DEL).

Los jugadores posaban de esta forma segundos antes del pitido inicial.

También jugaron: Javier Montiel (min 36, sustituyendo a Pablo Morales), Youssef Alonso (min 36, sustituyendo a Guillermo Sánchez), Iván Garea (min 45, sustituyendo a Nabor Pérez), Daniel Diego (min 45, sustituyendo a Álvaro Fuentes) y Hugo Rodríguez (min 47, sustituyendo a Pablo Ordóñez).

Campo: Foresta "A", Tres Cantos.

Hora de comienzo del partido: 9:05


La última jornada de 2016 nos medía al C.D. Santa Helena, un conjunto con jugadores de primer y segundo año que llegaba a Foresta en quinta posición.

Toda la plantilla tenía la ilusión de realizar un buen papel en casa para cerrar el año, estábamos convencidos de que el resultado del partido dependía enteramente de lo que hiciéramos sobre el campo y por ello, quisimos proponer un cambio de actitud, mostrar un planteamiento más ofensivo en el que predominasen las conducciones breves y donde fuéramos capaces de mover el balón con velocidad.

Como parece ser costumbre en el grupo 4 de Segunda División de Infantiles, nos enfrentábamos a futbolistas más grandes y de más edad que nosotros, y la altura o la corpulencia son desventajas que no podemos controlar. Pese a ello, salíamos al césped con la idea de no ser tan conservadores en defensa, para centrarnos más en apoyar las acciones ofensivas; las primeras ocasiones fueron para el conjunto visitante mediante disparos desde fuera del área. Por fortuna, un gran Marcos estuvo muy bien colocado para asegurar su portería. Nos costó arrancar, pero poco a poco conseguíamos entrar por la banda derecha.

Álvaro Mateos forcejea con un rival para tratar de llevarse al balón. Nuestros jugadores estuvieron muy juntos en la primera mitad para presionar la salida de balón del C.D. Santa Helena.


Álvaro Mateos y Pablo Ordóñez jugaban pegados a la línea de cal y combinaban con nuestros mediocentros para crear paredes entre ellos, lo que nos aportaba movilidad y precisión con el balón. Sí, durante la primera parte efectuamos muchas combinaciones, y eso ya es un avance. Nos faltaba finalizar las jugadas, centrar el balón, rematar, sin embargo, el equipo parecía ofrecer ideas y alternativas para llegar hasta el área del C.D. Santa Helena.

En la banda izquierda sufríamos problemas para defender al jugador número 19, dado que era grande y rápido y siempre nos ganaba cada vez que conducía el balón.  Se dedicaba a llegar hasta la línea de fondo para centrar el balón al área, sin embargo, ninguno de sus intentos terminó en gol durante los primeros 35 minutos.

Es cierto que en el primer acto ellos tuvieron más ocasiones, tiraron mucho a portería, pero desde el banquillo daba la sensación de que estábamos jugando contra un equipo de una categoría más de edad.

Iván Baltanás bajaba a recibir el balón a la altura de los mediocentros para dar salida hacia una banda, mientras que Alejandro Pérez conseguía trazar varias diagonales hacia la posición de Pablo Ordóñez. Mati llegaba también con profundidad, aunque tampoco consiguió sacar ningún centro claro al área.

Alex Pérez y Alexander Pilicita, en una imagen de la primera parte.

Como digo, teníamos ideas, había una propuesta ofensiva que intentaba salir a la luz, sin embargo, ¿qué podemos hacer ante jugadores de 1,70 que son más rápidos, más fuertes y más agresivos que nosotros? Partíamos de una desventaja física notable que es difícil de superar, por ello, hicimos hincapié en no mantener el esférico en nuestro poder más de dos segundos por jugador. Sólo la rápida asociación conseguiría que llegásemos con cierto peligro al feudo adversario, pero no llegamos a encontrar los huecos necesarios en los metros finales.

A pesar de estar por debajo en ocasiones y tiros, estábamos compitiendo, cada jugador del CDF Tres Cantos "D" estaba realizando un gran esfuerzo y el orden defensivo —en el que destacó un gran Alexander Pilicita— estaba ayudando a que el marcador siguiera con empate a cero.

Como habréis leído en los párrafos superiores, creímos acertado cambiar de posición a varios jugadores en la alineación inicial. Pablo Ordóñez jugó de delantero debido a sus capacidades técnicas (1 contra 1, control del balón, dribbling) y pensando en que es el futbolista que mayor porcentaje de acierto tiene de cara al gol en los entrenamientos, mientras que Nabor Pérez acompañó a Alex Pérez en el centro del campo para recuperar el balón. Partido a partido intentamos introducir cambios e ideas que nos permitan probar nuevas configuraciones; es probable que en ocasiones nos equivoquemos, pero a veces no se trata tanto de un jugador u otro, si no de competir en igualdad de condiciones contra equipos similares, de la misma edad o que realmente sean filiales de formación y no equipos que realicen selección de futbolistas. Como estas "reglas" no se cumplen, tenemos que lidiar con estas situaciones adversas y es difícil dominar un partido o igualarlo.

Mati intentó llegar al área con su gran calidad a la hora de regatear, pero el equipo rival le cerraba el paso rápidamente.

Después de once disparos a portería y cinco corners por parte del C.D. Santa Helena, nos fuimos al descanso con el resultado provisional de empate sin goles.

En el intermedio tratamos de pedir mayor acompañamiento en las jugadas, más atrevimiento y una fluidez más rápida del balón entre líneas. Nos faltaba un pequeño plus de ritmo y de movilidad para encontrar ese hueco para disparar, estábamos cerca de conseguir finalizar las jugadas y Aitor y yo estuvimos alentando a los jugadores para que se dieran cuenta de que en la primera parte habíamos jugado mucho mejor que en otras ocasiones.

La idea era la misma, advirtiendo a los laterales de la rapidez de sus interiores, teníamos que seguir con una defensa que se anticipase constantemente, igualar el nivel de fuerza en el centro del campo y ser más audaces en cuanto a la conexión con los delanteros.

La segunda mitad dio comienzo y, por desgracia, veríamos cómo el buen hacer de los primeros 35 minutos iba a verse oscurecido por una abultada goleada. Tuvimos diez minutos de igualdad, aunque ya no llegábamos con tantos efectivos al terreno del oponente; el cansancio pasaba factura y cuando no tienes el balón, estás todo el rato corriendo para recuperarlo, y eso se nota.

En una acción individual, el jugador número 19 arrancó con velocidad por su banda y Monti y Nabor no consiguieron alcanzarle. Entró cómodamente en el área y pasó el balón a un compañero que se anticipó a nuestra defensa para empujar el balón al fondo de la red desde el área pequeña.

Youssef trata de apoderarse del balón en la segunda mitad. En esta foto se ve la diferencia de tamaño entre futbolistas de uno y otro equipos.

Poco después, el mismo futbolista volvió a realizar una acción similar cuando se marcho por velocidad de nuestros jugadores. Monti le agarró de la camiseta para forzar una falta, sin embargo, era tal su potencia que siguió ganando la carrera aún estando nuestro lateral "cogido" de su espalda. En 2 minutos nos pusimos 0-2 abajo, y aprovechando que teníamos al número 19 cerca del banquillo, pudimos verle mejor. Puede que me equivoque, pero tanto Aitor como yo pensábamos que quizá ese jugador no sería infantil debido a su corpulencia y a su desarrollo, pero lo cierto es que un único futbolista abrió una brecha importante y ni con tres jugadores podíamos frenarle.

Durante los minutos siguientes, nuestro partido no fue bueno. Nos vinimos abajo y además estábamos cansados. Salieron varios jugadores del banquillo y sólo pudimos dedicarnos a defender para intentar que el marcador no fuera excesivo. A decir verdad, me daba rabia, porque los chicos hicieron un esfuerzo admirable en la primera parte y es muy duro ver cómo llegarían tres goles más por parte del equipo visitante.

En los instantes finales, Álvaro Mateos conectó una volea desde casi el centro del campo. El balón dibujó una parábola en el aire y parecía que se iba a colar cerca del larguero, sin embargo, el portero del C.D. Santa Helena se alzó y realizó una gran parada que desbarató la ocasión de nuestro número 6.

El partido se rompió a partir del 0-2 y los goles del rival llegaron cuando nuestro equipo estaba agotado y separado. Hay que destacar que el C.D. Santa Helena fue justo merecedor de la victoria, aunque considero que el 0-5 fue un resultado demasiado amplio.


Monti, preparándose para sacar de banda.


Realmente, pienso que el trabajo diario, la seriedad y la ilusión de mis jugadores no se corresponde con el resultado del encuentro. Cuando todos los futbolistas vienen a entrenar cada día, cuando varios de los no convocados aparecen a las 9 de la mañana para ver el partido y para ayudar tomando fotos para esta crónica, y cuando todo el equipo está volcado y trabaja de la forma en la que está haciendo, no puedo achacarle nada a ninguno de los críos.

Todos queremos jugar bien, ver al equipo ganar, llevarnos alguna alegría en forma de tres puntos. Os aseguro que esa es mi mayor obsesión para levantar la moral del equipo, sin embargo, no podemos pensar únicamente en que no hemos ganado, sino que tenemos que ser conscientes de las pequeñas evoluciones y del trabajo de los jugadores durante cada entrenamiento, porque no es fácil ser futbolistas de primer año, no es sencillo incorporar a jugadores que nunca antes habían sido parte de un equipo y no es simple encontrar una manera de jugar concreta con una plantilla tan variada. Estamos en el camino de llegar a eso, pero es muy importante que el factor psicológico y las ganas de los jugadores sigan manteniéndose a un nivel apto.

Cuando perdemos, no tenemos más remedio que hacer autocrítica —yo el primero— y trabajar más duro en cada entrenamiento. Es el único camino y la única solución.

Por último, quiero finalizar esta crónica pidiendo disculpas al club, a los aficionados/familiares y a los propios jugadores por no haber sido capaz de conseguir una sola victoria durante este primer trimestre en partido oficial. Soy el responsable de los malos resultados del equipo y aunque siempre os repito que estoy muy orgulloso de ser el entrenador de este Infantil "D", no estoy satisfecho con mi propio rendimiento como preparador.

Tened la seguridad de que daré lo mejor de mí mismo para revertir esta situación y aprovecho también para desearos un feliz año 2017.

Gracias a todos aquellos los que leen estas crónicas y animan al equipo desde la grada.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Crónica: C.D. LAS TABLAS 3 - 0 C.D.F. TRES CANTOS "D"

"Floja actuación del Infantil "D" en el Colegio Aldovea ante un C.D. Las Tablas que se llevó los tres puntos jugando con diez futbolistas durante 40 minutos. El CDF Tres Cantos se mostró frágil y concedió demasiadas facilidades al rival; a pesar de la propuesta táctica inicial, estuvimos encerrados en nuestro propio terreno de juego durante todo el choque y no conseguimos pasar el balón entre nosotros para llegar al área del adversario."

Alineación (1-4-4-1 + líbero): Alberto Aramburu (POR); Nabor Pérez (CEN), Alexander Pilicita (CEN), Paolo Guillén (LAT IZDO), Álvaro Fuentes (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Iván Baltanás (MED), Matías Velasco (C) (INT IZDO), Pablo Ordóñez (INT DCHO); Pablo Romero (líbero) y Héctor Polo (DEL).


También jugaron: Jorge Ros (min 36, sustituyendo a Pablo Romero), Youssef Alonso (min 36, sustituyendo a Alexander Pilicita), Pablo Morales (min 40, sustituyendo a Paolo Guillén) y Daniel Diego (min 44, sustituyendo a Nabor Pérez).

Campo: Colegio Aldovea, Alcobendas

Hora de comienzo del partido: 13:04

Nota global del equipo: --


Teníamos un plan, pero no salió bien. El peso de esta derrota cae bajo mi responsabilidad, pero después de conocer al equipo rival, creí que el planteamiento contrarrestaría parte del juego ofensivo del rival. Tampoco puedo afirmar que perdimos sólo por ese planteamiento: es imposible ganar un partido sin pisar el área, sin tirar, sin conectar a unos jugadores y otros mediante pases, fue un "Ataque verde contra defensa blanca" que duró setenta minutos y la insistencia del rival finalmente acarrea goles de los que no nos pudimos recuperar.

Dispusimos un sistema 1-4-4-1 compensado, que nos otorgaba una ocupación racional y compensada de todo el terreno de juego. El jugador que faltaba en el esquema era Pablo Romero, puesto que nuestro número 2 tenía como misión única y principal seguir todos los movimientos del jugador 30 del C.D. Las Tablas. Los únicos momentos en los que Romero cesaría su marcaje (que no su vigilancia) serían cuando dicho delantero se metiese en posición de fuera de juego o cuando estuviera en su propio campo. Tomé esta decisión debido a la movilidad y a la capacidad ofensiva de este jugador, pues con una media de casi 3 goles por partido, se erigía como el máximo anotador de su equipo, era su referencia ofensiva.


Pensé que si anulábamos de este modo a este futbolista y manteníamos una defensa junta y equilibrada, podríamos mantener nuestra portería a cero.

En cuanto al ataque, Iván Baltanás se quedaba como centrocampista puro, dado que es un jugador que sabe sacar el balón jugado y lo esconde muy bien, del mismo modo que Alejandro Pérez nos podía dar esa solidez y posicionamiento para recuperar balones constantemente. Pablo Ordóñez y Mati se encargaron de las bandas, con la idea de buscar diagonales y subir con cierta profundidad, mientras que Héctor volvía a ser nuestro hombre más adelantado.

Desde el primer minuto vimos a un CDF Tres Cantos "D" demasiado temeroso, con las líneas muy atrasadas. El guión, pese a que siempre incidimos en cambiarlo, era el mismo que en anteriores partidos: no éramos capaces de dar dos o tres pases seguidos, el rival corría más que nosotros, generaba superioridad numérica y generaba peligro constantemente. Cada vez que despejábamos el balón, tardábamos demasiado tiempo en salir hacia adelante, por lo que nuevamente veríamos a un Infantil "D" que renunciaba a construir situaciones de ataque, no existía progresión alguna ni mentalidad colectiva para sacar el esférico generando líneas de pase.

Iván Baltánas trataba de buscar alternativas. Cada vez que se hacía con el balón, comenzaba a girar de manera inteligente, protegiéndolo con la rotación de su cuerpo y cambiándolo de pierna para driblar hasta a dos oponentes. Los jugadores que estaban por delante de él no realizaban desmarques claros, de modo que siempre se tenía que apoyar con un lateral o con un centrocampista que estuviera cercano a él.


No llegábamos a conectar con nuestro delantero (Héctor) y tampoco subíamos a través de los dos interiores. Pérdida tras pérdida, no éramos capaces de salir de un bucle constante. El rival llegaba, corría más que nosotros en cualquier zona y una y otra vez asediaba la portería de Aramburu.

¿Por qué sucede esto en cada partido? Porque no tenemos el balón, somos un equipo que no logra asegurar la posesión de la pelota y sin esto, no podemos acercarnos a la portería contraria.

Pasados los primeros quince minutos llegaría el primer tanto del C.D, Las Tablas: concedimos un corner y el jugador número 30 remató de cabeza a placer a escasos metros de la línea de gol. Poco después, el mismo jugador iba a encarrilar el partido al cazar un rechace que Aramburu no consiguió atajar tras el lanzamiento de un libre directo.

A cinco minutos del descanso, el árbitro amonestó por segunda vez el autor de ambos goles, expulsándole del partido después de recibir la doble amarilla. He de decir en estas líneas que esta expulsión me pareció excesiva para un partido de infantiles y al término del encuentro, me dirigí al vestuario del árbitro para solicitar que la expulsión de ese jugador no acarrease sanción.


No suelo hablar de los árbitros, tengo mi opinión pero no creo que saque nada positivo a la hora de comentar algo sobre ellos, de manera que me centro en mis propios errores, en las cosas que puede corregir mi equipo, en aquello que podemos controlar y que depende enteramente de nosotros.

Dadas estas circunstancias, llegábamos al intermedio con un resultado adverso de dos goles a cero. Aunque la expulsión no fue de mi agrado, se abrió una oportunidad ante nosotros para cambiar el curso del partido. No habíamos llegado a la portería del C.D. Las Tablas ni un sola vez, de manera que tocaba ser valientes, cambiar a un sistema más ofensivo, presionar más arriba y cambiar la mentalidad del equipo de cara a los siguientes 35 minutos. Dispusimos un sistema 1-3-4-3 con la idea de marcar un gol pronto, en el primer cuarto de hora; Youssef y Jorge entraron por Alex Pilicita y Pablo Romero, quitamos a dos jugadores defensivos para integrar a dos atacantes.

Incidí en los aspectos que ya conocemos: mayor agresividad, más ayudas cuando uno de nosotros tiene el balón, más anticipación, etc. Honestamente, creí que era lo mejor para nosotros, que podríamos igualar el nivel de juego de nuestro oponente, pero nada salió como queríamos.


Al cabo de poco más de un minuto de la reanudación, el equipo local anotó el 3-0 después de no ser lo suficiente rápidos como para frenar a su interior izquierdo. Nabor pudo despejar el balón, pero al tratar de controlar, su pie se encontraba totalmente tenso, de manera que funcionó como pared para que el atacante del C.D. Las Tablas se internase en el área y anotase el gol.

A pesar de ser uno más, no hubo un guión que pudiera destacar nada a nivel ofensivo, nuestro primer y único disparo tuvo lugar en el minuto 66. Eso fue todo lo que hicimos en ataque, mientras que el conjunto local se encontró cómodo y seguro con el resultado a favor. Tuvieron el control, gozaron de continuas ocasiones y conseguían tocar y moverse constantemente; corrieron más que nosotros, fueron más agresivos que nosotros, dieron más pases, etc. Fueron mejores, justos vencedores y esto es un hecho.

Sé perfectamente que, si estás leyendo esta crónica, estás pensando que soy excesivamente duro con mis palabras, que sólo hablo de lo malo, que no hay nada alentador en estas líneas, pero es aquí donde quiero detenerme. Siempre he dicho que no existen malos jugadores, sino los malos entrenadores; me falta información respecto a temporadas anteriores, me hubiera gustado conocer cómo entrenaban los chicos el curso pasado y sé perfectamente que mis jugadores del Infantil "D" están ansiosos por hacer las cosas bien y por conseguir un buen resultado. Muchos de vosotros (jugadores) me habéis comentado algunas cosas, pero no puedo cambiar el pasado, sólo puedo centrarme en trabajar día a día.


Tenemos un problema de base, de base técnica y táctica. Dentro del equipo existen jugadores de gran habilidad con el balón, pero también hay otros que no han recibido la base de conceptos que normalmente se aprende en benjamines y alevines. Por ello, me sorprende que haya chicos de casi 12 años —repito: no es su culpa— que no sepan lo que es el empeine o el interior del pie, que su juego se fundamente en utilizar la puntera o que no consigan dar un pase recto. Intentamos solucionar ese problema con entrenamientos basados en la asociación, en contactos a pocos toques, distancias cortas, paredes, etc, pero el agujero conceptual es tan grande que nos está costando mucho taparlo o mejorarlo. En determinados partidos hemos estado bien en defensa, siempre he creído que los equipos se construyen por los cimientos, por ello, tiene mérito que hayamos conseguido no encajar gol en dos encuentros, mérito para los jugadores.

Sin embargo, vamos a tener que esforzarnos mucho más si queremos ganar partidos. Lo que hacemos no es suficiente y tenemos que empezar por algo tan sencillo como realizar ejercicios de conservación del balón, aprender a protegerlo, aprender a pasarlo, a desmarcarme,  a mirar al compañero antes de realizar ese pase, etc.

Como decía, hemos dado pequeños pasos a nivel estratégico, especialmente en defensa, pero no podemos tirar sólo una vez en 70 minutos. Es seguro que he cometido errores como entrenador y asumo la responsabilidad de los resultados y del rendimiento del equipo totalmente, pero también tengo la experiencia de haber sido y ser jugador, los mejores entrenadores que he tenido fueron los más duros conmigo, los que me decían cuándo había jugado bien y cuándo había jugado mal, los que me sentaron en el banquillo cuando no estaba al nivel o cuando no me esforzaba, los que me dejaban desconvocado si no entrenaba al máximo o los que me dijeron la verdad desde muy pequeño sobre mis virtudes y mis carencias, por ello, voy a exigir más a la plantilla a partir de este momento, los entrenamientos van a seguir enfocados a la construcción del juego de ataque, pero necesito un cambio de actitud y de seriedad por parte de toda la plantilla.


Sabemos que se pueden perder partidos, que hay equipos de segundo año, que el fútbol es complicado cuando somos un equipo con jugadores procedentes del Alevín A, C y D o que vienen de fuera, pero lo que no podemos aceptar es tirar una vez en 70 minutos contra diez jugadores. Repito: soy el culpable de esto, es una situación nueva para mí, nunca me había sucedido y he de encontrar los medios y los mecanismos para reconducir esta situación mediante el trabajo en los entrenamientos.

Soy de la opinión de que tengo jugadores totalmente válidos a nivel individual, pero nos falta ser un equipo, jugar juntos, ayudarnos los unos a los otros y estar más cerca en la fase ofensiva. Me da la sensación de que el equipo tiene más miedo de encajar gol, que valentía para querer anotar, y eso no puede ser así, tenemos que hallar un equilibrio para que las transiciones ataque-defensa y defensa-ataque sean más rápidas y sirvan para robar el balón y comenzar la elaboración.

Está siendo una temporada dura para todos, pero también estamos aprendiendo lecciones importantes. Personalmente, nunca me llevé bien con la derrota, pero estoy aprendiendo a perder, a mejorar mi "mal perder". He tenido la suerte de estar mal-acostumbrado a ganar como entrenador durante casi diez años, pero ahora tengo el reto de hacer mejorar a la generación de jugadores que conforman el Infantil "D"; no pienso en ganar como tal, sino en construir jugadores competitivos que puedan adquirir una base que les dé garantías en infantiles de segundo año a partir de septiembre de 2017. Mi trabajo consiste en mejorar y formar jugadores, no tengáis ninguna duda de que voy a seguir esforzándome para que los chicos crezcan como futbolistas durante esta temporada.


Como os he comentado hace poco, la actitud de los jugadores es buena, aunque tenemos que subir el nivel de compromiso y esfuerzo un peldaño más si queremos evolucionar. Aún nos queda un partido antes de que termine el año y tenemos la misma ilusión que al principio de temporada por conseguir una victoria, ya que el fútbol tiene mucho que ver con el estado de ánimo y me encantaría que los jugadores subieran su moral a través de un premio tan merecido como el de ganar un partido oficial.

El deporte tiene mucho de superación y a pesar de que nuestros números y nuestro nivel de juego no están siendo buenos, estoy muy orgulloso por tener la suerte de estar al frente de este Infantil "D" y de pertenecer a un club como el CDF Tres Cantos que ha apostado por mí como entrenador desde el primer momento. 

Seguiremos corrigiendo errores, seguiremos sin rendirnos.







lunes, 28 de noviembre de 2016

Crónica: CDF Tres Cantos "D" 0 - 0 Atlético Chopera "C"

"En una mañana de frío y lluvia, el Infantil "D" consiguió sumar otro punto en casa ante un rival que marchaba en cuarta posición en la tabla clasificatoria. La conciencia colectiva a la hora de ayudar en defensa y un colosal Aramburu frustraron los intentos del Atlético Chopera cada vez que intentaban cobrar ventaja en el marcador. Valoramos positivamente el progreso defensivo y el orden entre líneas, sin embargo, nos sigue faltando elaboración, acompañamiento y mentalidad ofensiva, dado que apenas generamos ocasiones de gol durante los 70 minutos."

Alineación inicial (1-4-2-3-1): Alberto Aramburu (POR); Nabor Pérez (CEN), Pablo Romero (CEN), Javier Montiel (LAT IZDO), Paolo Guillén (LAT DCHO); Alejandro Pérez (C) (MED), Guillermo Sánchez (MED), Matías Velasco (INT IZDO), Álvaro Mateos (INT DCHO); Pablo Ordóñez (MP) y Héctor Polo (DEL).

LOS DIECISÉIS JUGADORES QUE PARTICIPARON EN LA 7ª JORNADA DE LIGA

También jugaron: Iván Garea (min 36, sustituyendo a Javier Montiel), Jorge Ros (min 40, sustituyendo a Guillermo Sánchez), Alexander Pilicita (min 42, sustituyendo a Pablo Romero), Daniel Diego (min 50, sustituyendo a Paolo Guillén) y Hugo Rodríguez (min 55, sustituyendo a Pablo Ordóñez).

Campo: Foresta "A", Tres Cantos.

Hora de comienzo del partido: 9:02

Nota global del equipo: 6/10


El primer partido que abría la jornada del sábado en Foresta "A" enfrentaba a nuestro Infantil frente al Atlético Chopera. Esta vez nos medíamos a un conjunto cuya plantilla estaba formada por jugadores de primer año, como nosotros, por lo que partíamos en igualdad de condiciones desde el pitido inicial. Nuestra propuesta seguía siendo armar un centro del campo fuerte y rocoso, pero que también tuviera capacidad de creación para mover el balón hacia los costados o hacia la posición de Héctor, nuestro hombre más adelantado.

Debido a su buen hacer, algunos jugadores partieron como titulares por primera vez en la temporada; Javier Montiel fue uno de ellos, ocupando el lateral izquierdo, y Paolo Guillén jugó en el otro costado y volvió a demostrarnos que es muy rápido y trabajador en los momentos en los que necesitamos defender el flanco derecho.

Matías regresaba como interior izquierdo y Álvaro Mateos ocupaba la otra banda. Aitor y yo pensamos en un equipo sólido y con capacidad para disputar el partido. Delante de nosotros teníamos a un conjunto que hacía las cosas que bien, con futbolistas de mucha movilidad y que aprovechaban los espacios constantemente.

Monti, Guille y Pablo Ordóñez, instantes previos al pitido inicial. El frío y la lluvia se notaron durante esta mañana de noviembre.

Después de diez minutos de adaptación, fuimos renunciando a atacar para "refugiarnos" en nuestro campo. Volvíamos a los síntomas de encuentros anteriores: el balón nos duraba muy poco y estábamos más concentrados en no encajar que en marcar gol al adversario. De este modo, nos fuimos diluyendo en cuanto a ocupación del campo rival, Héctor tenía que bajar mucho para recibir el balón y no teníamos presencia alguna en su área. El Atlético Chopera comenzó con lanzamientos desde fuera del área que Aramburu desbarató en todas las ocasiones; después cedimos algunos córners que no vieron portería y el momento más peligroso de la primera parte fue cuando un jugador azul recortó en el borde del área y sacó un disparo colocado a media altura, hacia el palo izquierdo. Parecía que iba a ser el 0-1, pero Aramburu voló hacia ese balón para tocarlo con su mano izquierda, desviándolo lo justo para que se estrellase en el palo y el marcador no se moviese.

Hubo fases en las que no fuimos a pelear el partido con la suficiente contundencia, aunque es cierto que en la segunda mitad hicimos gala de una mayor entereza que nos permitió aguantar el marcador. Sí, podemos afirmar que el equipo lleva un par de semanas mejorando en aspectos defensivos: ya no nos pillan la espalda con envíos en largo, vamos de cabeza ante el saque del portero o tratamos de enviar el balón hacia la banda en lugar de despejar hacia el centro. Son pequeños detalles que muestran un avance en este tipo de conceptos, pero nuestro problema sigue siendo la conexión entre jugadores, la movilidad con y sin balón y en definitiva, que consigamos invadir el territorio del rival mediante paredes y pases simples.

Al no tener el balón, esto obliga a que tengamos que correr tras él, lo que aumenta el cansancio y lo que dificulta una rápida transición defensa-ataque cuando lo recuperamos. No obstante, tuvimos un intento de Mati y otro de Pablo para buscar a Héctor con un pase al espacio; por desgracia, ambas acciones no llegaron a las botas de nuestro delantero debido a que el césped estaba muy rápido por la lluvia.

Mati se eleva para despejar un balón de cabeza.

No teníamos la impresión de estar ante un equipo visitante muy superior, pero desde el banquillo pedíamos que nuestros jugadores estuvieran más juntos y tuvieron mayor calma para sacar el balón jugado. Es cierto que nos faltaban compañeros importantes a los que les tocó rotar, sin embargo, apostábamos porque el trivote formado por Guille, Alex y Pablo diera sus frutos. Muy atrás, estábamos demasiado metidos atrás.

En los instantes finales de la primera parte, Alex Pérez boto un libre directo cerca del área que no encontró portería ni rematador. Así finalizó la primera parte, 35 minutos en los que jugamos con fuego y en los que el Atlético Chopera mereció más que nosotros por todo el fútbol que propuso.

En el descanso hicimos un repaso de nuestros movimientos, hablamos de determinados ajustes entre líneas, pero nos basamos en una idea que no dejaba de repetirse en mi cabeza: "no podemos ganar un partido sin tirar a portería". Por ello, rápidamente íbamos a realizar modificaciones, tanto de sistema (pasaríamos a 1-4-4-2), como de presión con dos puntas.

El segundo tiempo comenzó sin claro dominador. La buena noticia era que el Atlético Chopera no generaba tanto peligro como en el primer acto, estábamos más rápidos y conseguíamos anticiparnos a sus maniobras, mientras que tratábamos de jugar el balón hacia las bandas para subir con la velocidad de nuestros interiores. La entrada de Jorge Ros permitió que Héctor tuviera un acompañante para ejercer una presión repartida en campo rival, buscando una pérdida o tratando de forzar un error. Poco a poco fuimos dando entrada a los que partieron como suplentes, pero sin romper el bloque defensivo. Aún así, es obvio que el Atlético Chopera tuviera varias ocasiones. Todas volvieron a ser paradas por Aramburu, mientras que la única que tocó el fondo de la red fue invalidada por fuera de juego.

Paolo persigue a un jugador del Atlético Chopera en la segunda parte.

Entre las buenas noticias, vimos un Hugo muy serio y peleón, corriendo sin el balón para dificultar a la defensa rival, mientras que Alex Pilicita y Dani no comitieron fallos y supieron proteger sus zonas de manera limpia y expeditiva. En el ataque, conseguimos llegar un par de veces a portería, del mismo modo que gozamos de algunas faltas que no prosperaron. Nos cuesta mucho pisar el área, conservar el balón y subir con muchos efectivos, por lo que este aspecto será el principal motivo de trabajo en el que nos centremos en buena parte de los entrenamientos.

Lo cierto es que, viendo el trabajo de los chicos y el nivel de esfuerzo de cada de uno de los dieciséis que disputaron el encuentro, estoy contento. Supimos aguantar al cuarto clasificado, mantuvimos el orden y tuvimos un ángel guardián en la portería. Tenemos buenos jugadores a nivel individual, pero nos falta ese factor colectivo que nos permita atacar de forma grupal, sin tanta conducción, sin ser tan predecibles cuando queremos dar un pase. Cuando seamos más rápidos y precisos en tareas ofensivas, tendremos mayor capacidad de llegada al área.

El árbitro añadió tres minutos de descuento y la acción finalizó por tanto en el minuto 73, con el rival volcado en nuestro campo, pero con un CDF Tres Cantos "D" serio que consiguió su cuarto empate de la temporada, consiguiendo dejar su portería a cero por segunda vez en el campeonato.

Desde aquí, quiero agradecer su esfuerzo y desempeño a los jugadores, del mismo modo que quiero hacer lo mismo con toda la gente que nos apoya, desde las familias, los aficionados y el propio club. Sé que todos estamos deseando ver la primera victoria de este equipo, pero lo más importante para nosotros, los entrenadores, es que vamos viendo progresos y semana tras semana seremos un poco mejores. Por ahora, puedo decir que este punto otorga otra dosis de moral al equipo y que estoy seguro de que los chicos evolucionarán mucho en los siguientes partidos si siguen entrenando con la misma seriedad (o mayor, incluso).

lunes, 21 de noviembre de 2016

Crónica: SAD Liceo Europeo 1 - 1 CDF Tres Cantos "D"


"El Infantil "D" arañó un punto de su visita al Parque de Navarra de Alcobendas gracias al buen hacer defensivo de todo el grupo, así como de la conexión Héctor - Iván que a punto estuvo de significar la victoria; los jugadores no se vinieron abajo tras encajar el primer gol y demostraron actitud y entereza frente a un conjunto que, como es habitual, estaba plagado de jugadores de segundo año. Independientemente del resultado, nos fuimos satisfechos a Tres Cantos por la imagen que dio el equipo, especialmente por la firmeza que mostramos sin balón a la hora de repeler a nuestro adversario de esta sexta jornada."


Alineación inicial (1-4-2-3-1): Alberto Aramburu (POR); Nabor Pérez (CEN), Guillermo Sánchez (CEN), Pablo Morales (LAT IZDO), Álvaro Fuentes (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Pablo Ordóñez (C) (MED), Álvaro Mateos (INT IZDO), Jorge Ros (INT DCHO), Iván Baltanás (MP) y Héctor Polo (DEL).


Once inicial de la jornada 6 de liga.


También jugaron:
Pablo Romero (min 40, sustituyendo a Guillermo Sánchez), Youssef Alonso (min 40, sustituyendo a Pablo Morales), Paolo Guillén (min 43, sustituyendo a Jorge Ros), Iván Garea (min 43, sustituyendo a Álvaro Fuentes) y Alexander Pilicita (min 45, sustituyendo a Pablo Ordóñez).

Goles: 1 - 1 Iván Baltanás

Campo: Parque de Navarra, Alcobendas

Hora de comienzo del partido: 14:00

Nota global del equipo: 6/10


Después de haber pasado las jornadas más duras y difíciles del campeonato, el Infantil "D" viajaba a Alcobendas para recobrar la fe en nosotros mismos. Nuestro rival era el Liceo Europeo, un equipo que en temporadas anteriores se había mostrado más aguerrido y peligroso y que incluso llegó a estar en Primera hace dos temporadas.

Éramos un "D" contra un "A", pero queríamos ganar el partido desde el primer momento. La propuesta que mostramos fue la de reforzar el centro del campo con tres jugadores en forma de trivote; era un campo largo que permitía llegar con profundidad a los interiores, pero esta amplitud era un arma de doble filo, ya que teníamos que tapar todas las zonas de nuestro campo para que el rival no llegase a la portería defendida por Aramburu.


Aramburu saca desde su portería ante la atenta mirada de Pablo Morales y Álvaro Mateos.

Durante los primeros minutos no conseguíamos generar ocasiones de peligro. Iván recogía el balón en el centro del campo pero no era capaz de trazar un pase adelantado hacia la posición de Héctor, quien siempre estaba al límite de la línea del fuera de juego. Conducíamos demasiado el balón y antes de que pudiéramos cederlo a un compañero, el rival nos lo quitaba y frustraba cualquier intento.

En defensa estábamos regular: Nabor se mostraba tan expeditivo como siempre, anticipándose al bote del balón y cometiendo alguna falta táctica en el momento en el que un rival se marchaba de su vigilancia. Guille estuvo algo tímido, no se mostró tan fuerte y contundente como en otros partidos y Pablo Morales descuidaba su marca cuando el juego iba por la otra banda. Nuevamente volvíamos a estar algo dormidos en defensa y nos invadía esa sensación de fragilidad de la que siempre hablamos para convertirla en fiereza.

Empezábamos a estar imprecisos en el centro del campo, dando pases precipitados que acababan siempre en las botas de un jugador del Liceo, del mismo modo que no conseguíamos subir por las bandas. El partido no tenía orden, ni dueño, ni dominador claro ni precisión en los pases. El mayor peligro del conjunto local eran un par de futbolistas que hacían gala de una conducción ágil y veloz con el balón y que en varias ocasiones atravesaron nuestras filas para llegar hasta el área. Fuimos capaces de cortar varias acciones, pero en el minuto 16 vimos como uno de estos avances del Liceo cobraba éxito al materializarse en gol, entrando el balón  mediante un disparo cruzado desde la banda derecha.

Otra vez pecábamos de blandos y lo pagamos con un gol. Sin embargo, el equipo no se iba a derrumbar tras este tanto y con el paso de los minutos seríamos testigos de un cambio de actitud en todo el equipo.

Pablo Ordóñez conduce el balón en el centro del campo mientras Iván le indica hacia dónde pasar.

Dado que el balón no le estaba llegando a Héctor, decidimos cambiar su posición con la de Iván. No tuvimos muchas ocasiones en la primera parte y nos faltaba muchísima participación ofensiva de nuestros mediocentros y nuestros interiores. Al no acompañar las jugadas de ataque con muchos efectivos, era fácil que el rival cortase cada contraataque. 

Llegados al minuto 28, Pablo Ordóñez y Alex fabricaban una de nuestras jugadas ensayadas en un corner, la cual dio pie a que el balón llegase al área del Liceo. Tras varios rebotes, Iván se colocó el balón en su pierna derecha y sacó un potente disparo que se coló hasta el fondo de la red para poner el empate a uno en el marcador.

La buena noticia era que habíamos marcados, aunque es justo decir que ese fue nuestro primer y único tiro a portería en la primera mitad del partido. Todos los partidos entrañan cierta dificultad, pero me da la sensación de que, a veces, para atacar bien desprotegemos demasiado nuestra defensa, y que en otras, para defender bien abandonamos bastante a los delanteros. No conseguimos ese equilibrio de bloque que ha de ser capaz de atacar y replegarse ante la pérdida del balón; como decía en párrafos más arriba: nos cuesta llegar con varios jugadores a los metros finales del campo, quizá estábamos más pendientes de guardar el orden defensivo que de intentar anotar.

Llegábamos al descanso con sensaciones contrariadas. El partido se podía ganar, no estábamos ante un rival superior, pero era imposible hacerlo si no éramos más agresivos y si no estábamos más juntos para pasar el balón entre los jugadores de negro. Durante la primera parte habíamos dejado a jugadores del Liceo totalmente solos en nuestro área, seguimos sin darnos cuenta de a quién tenemos que marcar y en qué momentos tenemos que mirar atrás, no solamente al balón. Estuvimos hablando sobre ese tema y sobre reforzar la línea defensiva. Si bien era cierto que el partido reflejaba un empate, ellos habían llegado  más veces, habían tirado más veces y causaban mayor peligro que nosotros. Teníamos que cerrar espacios, no podía haber más grietas atrás. Me gusta decir que la casa se construye por los cimientos, y en fútbol sucede lo mismo: los equipos empiezan por la defensa. No podíamos volver a encajar.

Héctor fue la referencia ofensiva del partido en la primera mitad. No dejó de correr para presionar y desmarcarse.

Comenzó la segunda parte y poco a poco fuimos dando entrada a otros futbolistas que saltaron al césped para ayudar al equipo. Pablo Romero salió muy concentrado, en el primer minuto de su aparición cortó la progresión de un delantero del conjunto local al realizar una falta al borde del área. Esta acción le costó una tarjeta amarilla a nuestro número 2, sin embargo, la acción mereció la pena, ya que habría supuesto un gol con toda seguridad si no hubiéramos hecho esa falta.

Paolo, que partió como interior derecho, ayudó muchísimo en defensa. Su velocidad y su corpulencia le permitieron ayudar constantemente y realizó uno de sus mejores partidos de esta temporada. Por su parte, Youssef estuvo en la banda izquierda, le sobró conducción y le faltó buscar a los delanteros mediante envíos a media y larga distancia.

Volvíamos al patrón del primer acto: estábamos volcados en defender atrás, con muchos jugadores, y la arriba tanto Iván como Héctor tenían que ingeniárselas para avanzar hacia la meta rival. 

Alejandro Pérez fue de menos a más, tuvo más presencia en el centro del campo, participó activamente en el robo de balón y llegó a tirar a portería desde fuera del área, aunque su lanzamiento no entrañó peligro alguno. Desde el banquillo veíamos que era difícil que el equipo llegase hasta los metros finales, estábamos defendiendo todo el rato y las fuerzas empezaban a ser limitadas, de manera que reforzamos el lateral izquierdo con Álvaro Mateos (que anteriormente estaba jugando de interior) y tratábamos de sacar el balón rápido de nuestro campo para que Héctor e Iván lograsen marcharse por velocidad.


Iván, nuestro hombre gol en el día de hoy.

Tuvimos varios intentos, jugadas bien hiladas, paredes entre ambos que a veces eran frustradas por el última defensa de ellos y otras en las que tirábamos a portería sin éxito. También es justo decir que el Liceo tuvo ocasiones para marcar, la más clara de ellas en los instantes finales, cuando un lanzamiento directo de corner golpeó en el palo izquierdo de la portería de Aramburu. El partido se abrió más que en la primera mitad, nuestra defensa estaba atrás y la suya, más adelantada. Es posible que diera sensación de que ellos querían la victoria más que nosotros, pero lo cierto es que tuvimos que gestionar recursos y aguantar el resultado durante muchos minutos.

Cuando se cumplía el minuto 35, Héctor recibía un pase preciso de Iván en campo contrario. Nuestro número 7 avanzó hasta adentrarse en el área y no consiguió ver portería cuando lo tenía todo a su favor. Quizás fueron los nervios, pero aquella ocasión fue la más clara que tuvimos, aunque no podemos reprocharle nada a ninguno de nuestros dos delanteros, porque ellos llevaron todo el peso ofensivo del equipo y no dejaron de moverse y de luchar durante los 70 minutos.


Paolo realizó un partido muy serio en labores defensivas. Sabemos que es un jugador que nos puede aportar mucho.

Así finalizó el choque, con un punto de recompensa y con conclusiones positivas. Aún nos falta elaboración, agresividad y orden, pero creo que hemos mejorado en ciertos detalles y en aspectos defensivos. Todos queremos ver un Infantil "D" más valiente, que haga un fútbol más vistoso y que llegue más veces a portería, pero quiero pensar que hoy hemos subido un escalón más y que poco a poco iremos avanzando. Sé que la primera victoria de la temporada llegará pronto, porque los jugadores están entrenando a conciencia y porque su actitud y esfuerzo están siendo buenos.

Lo más importante es que nos hemos mostrado competitivos y aunque hemos cometido fallos, el equipo ha ido en línea ascendente durante todo el partido, logrando un empate que casi se convierte en victoria.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Crónica: Juventud Sanse "F" 4 - 2 CDF Tres Cantos "D"

"El Infantil "D" cayó derrotado en San Sebastián de los Reyes en mitad de una incesante tormenta. El equipo afrontó el encuentro con una mentalidad ofensiva desde el comienzo, pero concedió demasiadas facilidades defensivas para que el rival pudiera sentenciar el choque en la segunda mitad. Nos marchamos de los campos de Dehesa Vieja con la sensación de que podíamos haber sacado un resultado positivo, sin embargo, somos conscientes de por qué perdimos el duelo y ahora nos toca corregir errores de cara a seguir evolucionando como equipo."


Alineación inicial (1-4-4-2): Marcos Hernández (POR); Nabor Pérez (CEN), Guillermo Sánchez (CEN), Álvaro Mateos (LAT IZDO), Álvaro Fuentes (LAT DCHO); Alejandro Pérez (MED), Pablo Ordóñez (MED), Héctor Polo (INT IZDO), Matías Velasco (C) (INT DCHO); Iván Baltanás (DEL) y Jorge Ros (DEL).

Aunque somos conscientes de la dificultad de este inicio de temporada, no perdemos la ilusión ni las ganas por seguir "dando guerra" en cada partido. La actitud de los jugadores está siendo buena.

También jugaron: Iván Garea (min 30, sustituyendo a Álvaro Fuentes), Youssef Alonso (min 40, sustituyendo a Pablo Ordóñez), Paolo Guillén (min 41, sustituyendo a Jorge Ros), Daniel Diego (sustituyendo a Álvaro Mateos, min 42) y Javier Montiel (sustituyendo a Guillermo Sánchez, min 43).

Goles: 0 - 1 Héctor, 2 - 2 Iván.

Campo: Dehesa Vieja

Hora de comienzo del partido: 12:20

Nota global del equipo: 4,5/10


La cuarta jornada del campeonato de liga nos medía al Juventud Sanse "F", un equipo de primer año que contaba sus partidos por victorias. A pesar de que nos está costando arrancar, íbamos a la localidad vecina con la intención de seguir mejorando, para nosotros es importante competir en los partidos y creo que, a pesar del resultado, hicimos un encuentro serio durante gran parte del tiempo.

Salimos al campo "muy enchufados", con los dos interiores, Héctor y Mati, muy activos. Buscábamos presionar arriba para que el oponente cometiera algún error a la hora de sacar el balón, aunque éramos conscientes de que nuestra línea defensiva tenía que mantener una distancia de seguridad respecto a la portería para no pasar apuros. Las primeras ocasiones llegaron de nuestra parte, con un Iván muy incisivo y con Héctor llegando con profundidad.

 En el centro del campo se igualaban las fuerzas y por suerte, hicimos varias faltas tácticas que sirvieron para evitar contraataques, al mismo tiempo que nos demuestra que estamos siendo un poco más rocosos en defensa o que al menos tenemos la intención de protegernos de manera más expeditiva.

A los 13 minutos conseguimos abrir el marcador gracias a un balón elevado procedente de Álvaro Fuentes que llegaría hasta Héctor. Nuestro número 9 aprovechó el bote del esférico para conectar un disparo preciso a media altura que se coló hasta el fondo de la red. De este modo, nos adelantamos en el marcador contra todo pronóstico.

Alex golpea el balón ante la mirada de Mati y de varios rivales.


Por desgracia, tres minutos más tarde íbamos a ser víctimas de un contraataque que no pudimos detener y encajamos el empate a uno, sin embargo, mis sensaciones generales desde el banquillo estaban siendo positivas. Es cierto que todavía somos un equipo frágil en defensa, pero tenemos que fijarnos en los goles que nos marcan para entender cuáles son nuestras flaquezas y cómo podemos combatirlas.

El partido no tenía dueño claro, había menos ocasiones y la igualdad reinaba tanto en el campo como en el marcador. El ritmo aumentó ligeramente y la dureza de cada balón dividido también. Tratábamos de generar superioridad por la banda izquierda con las subidas de Álvaro Mateos, quien hoy desempeñaba la función de lateral izquierdo con proyección ofensiva.

En el minuto 30, Álvaro Fuentes tuvo que abandonar el campo por adolecerse de un golpe en la rodilla que le dejó tendido en el suelo. Rápidamente hicimos la sustitución, pero un minuto más tarde volvimos a encajar un tanto por no frenar otra contra del Juventud Sanse.

Bajo estas circunstancias nos marchábamos al descanso, con un 1-2 ajustado.

 Nuestro juego ofensivo se había ido desvaneciendo poco a poco, mientras que en defensa volvíamos a mostrarnos lentos a la hora de guarecer los metros finales que daban acceso a la portería defendida por Marcos, quien por cierto, sacó varios uno contra uno durante toda la primera mitad.


Álvaro Fuentes fue un cerrojo por su banda. En la imagen gana por alto un balón dividido frente a un adversario.


Con la confianza intacta, salíamos al campo en la segunda mitad con la intención de anotar un gol rápido para "meternos" en el partido, y así lo hicimos: Mati recogió el balón en el centro del campo y corrió hasta el final de su banda después de deshacerse de su marcador. Cedió el balón a Iván y éste empujó la pelota con un disparo de colocación que se convirtió en el empate a 2. De este modo, anotábamos tras una jugada bien trazada y demostrando que somos un equipo que puede conectar pases entre sus jugadores con total acierto, algo que nos está costando desarrollar pero que poco a poco mejora cada día.

De nuevo, poco nos iba a durar la alegría: un minuto más tarde cometeríamos un error garrafal al no proteger el costado izquierdo de nuestro campo, de manera que perdimos la vigilancia de uno de sus delanteros, quien recibió el balón a placer para batir a Marcos por alto. El 3-2 nos hizo daño, y además, en ese momento comenzó a diluviar y el partido cambió por el estado del terreno de juego.

Durante los siguientes minutos no fuimos capaces de generar ocasiones claras o de finalizar acciones. Dimos un bajón en defensa y nos costaba mucho recuperar la posesión. No fuimos responsables a la hora de seguir a nuestra marca, sólo estábamos pendientes de la posición del balón pero no de la posición de los rivales que se desmarcaban, lo que también nos costó el 4-2 definitivo al dejar que un jugador azul se internara en el área sin ningún tipo de oposición.

El encuentro terminó de este modo y aunque tengo que reconocer el esfuerzo y el desgaste de mis jugadores, tenemos que saber que hicimos bastantes cosas bien en el día de hoy, pero otras tantas mal. Sabemos que es muy difícil ganar un partido si encajamos cuatro goles, por lo que tenemos que seguir incidiendo en mejorar la anticipación, la agresividad, la vigilancia y el orden en recuperación, al mismo tiempo que dimos un pequeño paso hacia adelante en la elaboración colectiva del juego de ataque.


Tuvimos nuestros destellos de genialidad en ataque, pero volvimos a dejar demasiada libertad cuando nos tocaba defender.


Somos un equipo con jugadores hábiles y válidos en sus filas, pero nos falta precisamente eso: ser un equipo y aunar esfuerzos para lograr una sinergia colectiva que nos permita defender con más firmeza y atacar con mayor verticalidad.

Quiero aprovechar también para destacar el buen hacer de los jugadores y el compromiso que tienen con los entrenamientos. Estoy encantado con la actitud de los 21 futbolistas y aunque nos está costando pelear los partidos, estoy seguro de que lo único que vamos a hacer va a ser crecer día a día y mejorar. Es probable que los resultados tarden en llegar un poco, pero si seguimos en esta línea de seriedad y esfuerzo, llegarán las victorias y los partidos en los que obtengamos el premio a nuestra constancia.