"En una mañana de frío y lluvia, el Infantil "D" consiguió sumar otro punto en casa ante un rival que marchaba en cuarta posición en la tabla clasificatoria. La conciencia colectiva a la hora de ayudar en defensa y un colosal Aramburu frustraron los intentos del Atlético Chopera cada vez que intentaban cobrar ventaja en el marcador. Valoramos positivamente el progreso defensivo y el orden entre líneas, sin embargo, nos sigue faltando elaboración, acompañamiento y mentalidad ofensiva, dado que apenas generamos ocasiones de gol durante los 70 minutos."
Alineación inicial (1-4-2-3-1): Alberto Aramburu (POR); Nabor Pérez (CEN), Pablo Romero (CEN), Javier Montiel (LAT IZDO), Paolo Guillén (LAT DCHO); Alejandro Pérez (C) (MED), Guillermo Sánchez (MED), Matías Velasco (INT IZDO), Álvaro Mateos (INT DCHO); Pablo Ordóñez (MP) y Héctor Polo (DEL).
También jugaron: Iván Garea (min 36, sustituyendo a Javier Montiel), Jorge Ros (min 40, sustituyendo a Guillermo Sánchez), Alexander Pilicita (min 42, sustituyendo a Pablo Romero), Daniel Diego (min 50, sustituyendo a Paolo Guillén) y Hugo Rodríguez (min 55, sustituyendo a Pablo Ordóñez).
Campo: Foresta "A", Tres Cantos.
Hora de comienzo del partido: 9:02
Nota global del equipo: 6/10
El primer partido que abría la jornada del sábado en Foresta "A" enfrentaba a nuestro Infantil frente al Atlético Chopera. Esta vez nos medíamos a un conjunto cuya plantilla estaba formada por jugadores de primer año, como nosotros, por lo que partíamos en igualdad de condiciones desde el pitido inicial. Nuestra propuesta seguía siendo armar un centro del campo fuerte y rocoso, pero que también tuviera capacidad de creación para mover el balón hacia los costados o hacia la posición de Héctor, nuestro hombre más adelantado.
Debido a su buen hacer, algunos jugadores partieron como titulares por primera vez en la temporada; Javier Montiel fue uno de ellos, ocupando el lateral izquierdo, y Paolo Guillén jugó en el otro costado y volvió a demostrarnos que es muy rápido y trabajador en los momentos en los que necesitamos defender el flanco derecho.
Matías regresaba como interior izquierdo y Álvaro Mateos ocupaba la otra banda. Aitor y yo pensamos en un equipo sólido y con capacidad para disputar el partido. Delante de nosotros teníamos a un conjunto que hacía las cosas que bien, con futbolistas de mucha movilidad y que aprovechaban los espacios constantemente.
Monti, Guille y Pablo Ordóñez, instantes previos al pitido inicial. El frío y la lluvia se notaron durante esta mañana de noviembre. |
Después de diez minutos de adaptación, fuimos renunciando a atacar para "refugiarnos" en nuestro campo. Volvíamos a los síntomas de encuentros anteriores: el balón nos duraba muy poco y estábamos más concentrados en no encajar que en marcar gol al adversario. De este modo, nos fuimos diluyendo en cuanto a ocupación del campo rival, Héctor tenía que bajar mucho para recibir el balón y no teníamos presencia alguna en su área. El Atlético Chopera comenzó con lanzamientos desde fuera del área que Aramburu desbarató en todas las ocasiones; después cedimos algunos córners que no vieron portería y el momento más peligroso de la primera parte fue cuando un jugador azul recortó en el borde del área y sacó un disparo colocado a media altura, hacia el palo izquierdo. Parecía que iba a ser el 0-1, pero Aramburu voló hacia ese balón para tocarlo con su mano izquierda, desviándolo lo justo para que se estrellase en el palo y el marcador no se moviese.
Hubo fases en las que no fuimos a pelear el partido con la suficiente contundencia, aunque es cierto que en la segunda mitad hicimos gala de una mayor entereza que nos permitió aguantar el marcador. Sí, podemos afirmar que el equipo lleva un par de semanas mejorando en aspectos defensivos: ya no nos pillan la espalda con envíos en largo, vamos de cabeza ante el saque del portero o tratamos de enviar el balón hacia la banda en lugar de despejar hacia el centro. Son pequeños detalles que muestran un avance en este tipo de conceptos, pero nuestro problema sigue siendo la conexión entre jugadores, la movilidad con y sin balón y en definitiva, que consigamos invadir el territorio del rival mediante paredes y pases simples.
Al no tener el balón, esto obliga a que tengamos que correr tras él, lo que aumenta el cansancio y lo que dificulta una rápida transición defensa-ataque cuando lo recuperamos. No obstante, tuvimos un intento de Mati y otro de Pablo para buscar a Héctor con un pase al espacio; por desgracia, ambas acciones no llegaron a las botas de nuestro delantero debido a que el césped estaba muy rápido por la lluvia.
No teníamos la impresión de estar ante un equipo visitante muy superior, pero desde el banquillo pedíamos que nuestros jugadores estuvieran más juntos y tuvieron mayor calma para sacar el balón jugado. Es cierto que nos faltaban compañeros importantes a los que les tocó rotar, sin embargo, apostábamos porque el trivote formado por Guille, Alex y Pablo diera sus frutos. Muy atrás, estábamos demasiado metidos atrás.
En los instantes finales de la primera parte, Alex Pérez boto un libre directo cerca del área que no encontró portería ni rematador. Así finalizó la primera parte, 35 minutos en los que jugamos con fuego y en los que el Atlético Chopera mereció más que nosotros por todo el fútbol que propuso.
En el descanso hicimos un repaso de nuestros movimientos, hablamos de determinados ajustes entre líneas, pero nos basamos en una idea que no dejaba de repetirse en mi cabeza: "no podemos ganar un partido sin tirar a portería". Por ello, rápidamente íbamos a realizar modificaciones, tanto de sistema (pasaríamos a 1-4-4-2), como de presión con dos puntas.
El segundo tiempo comenzó sin claro dominador. La buena noticia era que el Atlético Chopera no generaba tanto peligro como en el primer acto, estábamos más rápidos y conseguíamos anticiparnos a sus maniobras, mientras que tratábamos de jugar el balón hacia las bandas para subir con la velocidad de nuestros interiores. La entrada de Jorge Ros permitió que Héctor tuviera un acompañante para ejercer una presión repartida en campo rival, buscando una pérdida o tratando de forzar un error. Poco a poco fuimos dando entrada a los que partieron como suplentes, pero sin romper el bloque defensivo. Aún así, es obvio que el Atlético Chopera tuviera varias ocasiones. Todas volvieron a ser paradas por Aramburu, mientras que la única que tocó el fondo de la red fue invalidada por fuera de juego.
Paolo persigue a un jugador del Atlético Chopera en la segunda parte. |
Entre las buenas noticias, vimos un Hugo muy serio y peleón, corriendo sin el balón para dificultar a la defensa rival, mientras que Alex Pilicita y Dani no comitieron fallos y supieron proteger sus zonas de manera limpia y expeditiva. En el ataque, conseguimos llegar un par de veces a portería, del mismo modo que gozamos de algunas faltas que no prosperaron. Nos cuesta mucho pisar el área, conservar el balón y subir con muchos efectivos, por lo que este aspecto será el principal motivo de trabajo en el que nos centremos en buena parte de los entrenamientos.
Lo cierto es que, viendo el trabajo de los chicos y el nivel de esfuerzo de cada de uno de los dieciséis que disputaron el encuentro, estoy contento. Supimos aguantar al cuarto clasificado, mantuvimos el orden y tuvimos un ángel guardián en la portería. Tenemos buenos jugadores a nivel individual, pero nos falta ese factor colectivo que nos permita atacar de forma grupal, sin tanta conducción, sin ser tan predecibles cuando queremos dar un pase. Cuando seamos más rápidos y precisos en tareas ofensivas, tendremos mayor capacidad de llegada al área.
El árbitro añadió tres minutos de descuento y la acción finalizó por tanto en el minuto 73, con el rival volcado en nuestro campo, pero con un CDF Tres Cantos "D" serio que consiguió su cuarto empate de la temporada, consiguiendo dejar su portería a cero por segunda vez en el campeonato.
Desde aquí, quiero agradecer su esfuerzo y desempeño a los jugadores, del mismo modo que quiero hacer lo mismo con toda la gente que nos apoya, desde las familias, los aficionados y el propio club. Sé que todos estamos deseando ver la primera victoria de este equipo, pero lo más importante para nosotros, los entrenadores, es que vamos viendo progresos y semana tras semana seremos un poco mejores. Por ahora, puedo decir que este punto otorga otra dosis de moral al equipo y que estoy seguro de que los chicos evolucionarán mucho en los siguientes partidos si siguen entrenando con la misma seriedad (o mayor, incluso).
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